Dar tiempo a la reorganización aliancista

Medios vinculados al Ejecutivo estiman que, en el peor de los casos -considerando como tal un fracaso espectacular de la negociación con los sindicatos-, el presidente del Gobierno dejará pasar el mes de enero antes de dar una señal más clara sobre la anticipación de elecciones, no sólo para dar tiempo al diálogo con los sindicatos, sino para comprobar hasta dónde llega el proyecto de reorganización de la derecha emprendido por Alianza Popular.

Aunque la propia ejecutiva del PSOE no concede importancia decisiva a AP en su informe de gestión, medios gubernamentales permanecen atentos...

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Medios vinculados al Ejecutivo estiman que, en el peor de los casos -considerando como tal un fracaso espectacular de la negociación con los sindicatos-, el presidente del Gobierno dejará pasar el mes de enero antes de dar una señal más clara sobre la anticipación de elecciones, no sólo para dar tiempo al diálogo con los sindicatos, sino para comprobar hasta dónde llega el proyecto de reorganización de la derecha emprendido por Alianza Popular.

Aunque la propia ejecutiva del PSOE no concede importancia decisiva a AP en su informe de gestión, medios gubernamentales permanecen atentos a las novedades que pueda aportar al panorama político la nueva dirección aliancista, no ya por la reincorporación de Manuel Fraga, sino por la consolidación de José María Aznar -actual presidente de Castilla y León- como virtual número dos de AP.

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Por eso, el ministro para las Administraciones Públicas, Joaquín Almunia, realizó a finales del año pasado el gesto de visitar a Aznar en Valladolid y de realizar una conferencia de prensa conjunta con él. Ello suponía un tácito reconocimiento del interés que este dirigente despierta en el Gobierno, con el que ha mantenido distancias considerables, y a quien Felipe González se ha negado a recibir a lo largo de todo el año anterior, con el argumento -según sus asesores- de que no era conveniente interferirse en la crisis interna de AP.

Autonomías pendientes

Los mismos medios vinculados al Ejecutivo consideran que existen mayores posibilidades de negociar algunos asuntos de Estado con el tándem Fraga-Aznar que con el que formaban Antonio Hernández Mancha y Arturo García Tizón, mucho más contestados, en el seno de AP, de lo que cabe esperar del nuevo equipo dirigente.

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Todo el proyecto de revisión del proceso autonómico -motivado por las reivindicaciones de nuevas competencias y reformas de estatutos vigentes- permanece congelado desde hace meses, a la espera de disponer de interlocutores adecuados en AP.

Mientras, el diálogo con el CDS permanece estancado, después de que fracasaran los con actos exploratorios de José María Benegas con Adolfo Suárez. El presidente del CDS ha vuelto a dejar claro en su intervención en el debate parlamentario sobre las consecuencias de la huelga general, que su prioridad esencial es el intento de consolidarse como alternativa.

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