El superávit alemán preocupa en Wall Street
La publicación en la República Federal de Alemania (RFA) de un nuevo superávit comercial durante el mes de noviembre pasado -el segundo mayor en la historia- provocó olas en Wall Street, que comenzó el año con una pérdida en las cotizaciones y en el dólar. Para media jornada, el índice Dow Jones para valores industriales había perdido 29,32 puntos mientras las bajas superaban las alzas en una proporción de tres a uno.
El superávit germano en noviembre fue de 13.100 millones de marcos (7.400 millones de dólares), con un incremento del 20% sobre el mismo mes del año anterior. Los econ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La publicación en la República Federal de Alemania (RFA) de un nuevo superávit comercial durante el mes de noviembre pasado -el segundo mayor en la historia- provocó olas en Wall Street, que comenzó el año con una pérdida en las cotizaciones y en el dólar. Para media jornada, el índice Dow Jones para valores industriales había perdido 29,32 puntos mientras las bajas superaban las alzas en una proporción de tres a uno.
El superávit germano en noviembre fue de 13.100 millones de marcos (7.400 millones de dólares), con un incremento del 20% sobre el mismo mes del año anterior. Los economistas y operadores tomaron el dato como un indicio más de que los alemanes, pese a las medidas expansionistas en el terreno fiscal de primeros de año, todavía están muy lejos de aumentar su consumo de cara a resolver el problema de los desequilibrios internacionales.
Con un aumento del déficit exterior esperado en Estados Unidos, muchos expertos anticipan una renovación de las tensiones financieras internacionales. La RFA ha incrementado recientemente sus tipos de interés, medida que no ha provocado una contrapartida en Estados Unidos. Como resultado, en la RFA se estima que la economía apenas crecerá un 2,5% en 1989, frente al 3,5% esperado para el pasado año.
En el otro lado del Atlántico, la preocupación mayor se centra, precisamente, en el mantenimiento de una economía recalentada, pese a la reducción que se ha producido en los indicadores económicos. Ayer, por ejemplo, el Gobierno informó que la inversión en construcción aumentó un 0,8% en noviembre, en un claro indicio de que se mantiene el ritmo expansionista. Como consecuencia, los tipos de interés a corto experimentaron ayer una ligera subida en el mercado interior.