La comitiva fúnebre del policia pasó por un recorrido 'previsto' por ETA

El funeral por el cabo del Cuerpo Nacional de Policía José Antonio Barrado Recio, asesinado el domingo al hacer explosión un coche bomba en Éibar, se celebró ayer en la iglesia de la Sagrada Familia de San Sebastián. Las inmediaciones del Gobierno Civil y la iglesia donde se celebró el funeral se encontraban custodiadas por un importante número de efectivos policiales, pues en julio de este año fueron incautados diversos documentos de la organización terrorista en los que se describía un atentado al paso de una comitiva fúnebre en dicho lugar.

Al funeral asistieron el ministro del Inter...

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El funeral por el cabo del Cuerpo Nacional de Policía José Antonio Barrado Recio, asesinado el domingo al hacer explosión un coche bomba en Éibar, se celebró ayer en la iglesia de la Sagrada Familia de San Sebastián. Las inmediaciones del Gobierno Civil y la iglesia donde se celebró el funeral se encontraban custodiadas por un importante número de efectivos policiales, pues en julio de este año fueron incautados diversos documentos de la organización terrorista en los que se describía un atentado al paso de una comitiva fúnebre en dicho lugar.

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Al funeral asistieron el ministro del Interior, José Luis Corcuera, el director general de la policía, José María Rodríguez Colorado, representantes del departamento de Interior del Gobierno vasco y familiares de la víctima.El féretro con los restos mortales del policía nacional fue trasladado a hombros por sus compañeros en un trayecto de poco más de cien metros, seguido por la viuda, visiblemente afectada y que no pudo ocultar las lágrimas durante toda la ceremonia religiosa.

No se permitió la entrada de máquinas de fotografiar y magnetófonos al templo, y los periodistas fueron registrados por policías de paisano.

El oficiante de la ceremonia señaló en la homilía: "Con este atentado terrorista se demuestra que el respeto, la paz y la libertad están más lejos de lo que pensábamos, esperábamos y queríamos".

El obispo de San Sebastián, José María Setién, a través de una nota, pidió a ETA que "deje de matar, maltratar y sacrificar a este pueblo bajo la pretensión de salvarlo".

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Al término de la ceremonia religiosa y tras despedir a la familia, que trasladó el féretro a Alcalá de Henares, donde José Antonio Barrado recibirá sepultura, el ministro del Interior José Luis Corcuera, sólo pronunció una frase: "Este es un buen día para que justifique Tasio Erkizia esta salvajada", y se negó a realizar cualquier declaración al respecto. Un reducido número de personas profirió gritos de "ETA asesina" y "viva la policía".

El consejero de Interior del Gobiemo vasco, Juan Lasa, indicó que el pueblo vasco no está dispuesto a construir su historia a base de muertos, "el pueblo quiere paz y la vida humana no tiene más dueño que el ser trascendente", dijo.

Evolución favorable

Los heridos en el atentado terrorista evolucionan favorablemente según los partes médicos.Tres personas permanecen internadas, dos de ellas son policías nacionales: Francisco de la Mata García y Miguel Ruiz Ruiz, mientras que el tercero, sacristán de la ermita de Arrate, de 77 años de edad, José Aldaolea, fue intervenido quirúrgicamente de las lesiones sufridas en pierna y torax.

El coche-bomba que causó la muerte al policía nacional y herio las a un importante número de personas, un automóvil Renault, modelo R-4, con matrícula falsa, fue robado a punta de pistola en el Paseo Nuevo de San Sebastián en el mes de octubre.

El artefacto estaba compueno de 50 kilogramos de amonal y 100 de metralla, en su mayoría tornillos.

Tres de las personas que resultaron heridas en el atentado terroorista continuaban ayer internadas en centros hospitalarios.

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