TRAS LA HUELGA GENERAL

Cinco detenidos en los incidentes ocurridos tras la manifestación

Momentos después de concluir la manifestación celebrada ayer en Madrid, que transcurrió en un ambiente de total tranquilidad, grupos de jóvenes incontrolados, algunos con las caras tapadas, rompieron, lanzando piedras y papeleras, los escaparates de los establecimientos Medias Victoria y Sederías Sol, las dos en la Puerta del Sol, y arrojaron litronas contra la policía, que efectuó varias cargas y detuvo a cinco personas, según informó anoche una portavoz de la Delegación del Gobierno en Madrid.

Un miembro del Cuerpo Nacional de Policía dijo que un agente tenía fracturada una...

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Momentos después de concluir la manifestación celebrada ayer en Madrid, que transcurrió en un ambiente de total tranquilidad, grupos de jóvenes incontrolados, algunos con las caras tapadas, rompieron, lanzando piedras y papeleras, los escaparates de los establecimientos Medias Victoria y Sederías Sol, las dos en la Puerta del Sol, y arrojaron litronas contra la policía, que efectuó varias cargas y detuvo a cinco personas, según informó anoche una portavoz de la Delegación del Gobierno en Madrid.

Un miembro del Cuerpo Nacional de Policía dijo que un agente tenía fracturada una mano a causa de una pedrada. El apoderado de Sederías Sol, Fernando, González, que se encontraba dentro cuando empezaron los ataques al establecimiento, comentó que no podía calcular los daños, pero que en todo caso tendrían que pasar la noche allí vigilando.

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A los pocos minutos de perpetrarse los destrozos, desaparecieron muchos de los artículos que estaban expuestos en los escaparates. El vandalismo de los incontrolados acabó con dos quioscos de prensa, cuyas publicaciones también fueron robadas. Asimismo, tres cabinas de teléfonos y otros teléfonos públicos fueron doblados y sus cables arrancados. Casi todas las papeleras de la zona fueron arrancadas y tiradas, mientras otras ardían.

Hacia las diez de la noche, media hora después del fin de la manifestación, el suelo de la Puerta del Sol aparecía lleno de cristales.

Durante el acto final de la manifestación, los congregados en la popular plaza madrileña efectuaron una gran pitada contra la delegada del Gobierno en Madrid, Ana de Vicente Tutor, respondiendo al llamamiento de un miembro de la Unión Regional de Comisiones Obreras desde el estrado de los oradores.

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El orador protestaba contra el itinerario autorizado para la manifestación, muy estrecho en gran parte del recorrido, y que provocó peligrosos cuellos de botella en numerosos tramos, que hubieran hecho imposible, de ser necesaria, una evacuación de urgencia.

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