La cifra de incendios forestales descendió durante el verano

El número de incendios forestales en Madrid desciende progresivamente desde 1985, año catastrófico en el que ardió el 2% de la región. El verano pasado se quemó un 80% menos de superficie boscosa que en aquella fecha, gracias al incremento de los medios técnicos.

La mejora en la calidad y coordinación de los medios, la mayor concienciación ciudadana y la suerte son los factores que citan los responsables de la Comunidad de Madrid para explicar la disminución, año tras año, del número de incendios forestales.Un helicóptero especial, alquilado por el Instituto para la Conservación de la N...

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El número de incendios forestales en Madrid desciende progresivamente desde 1985, año catastrófico en el que ardió el 2% de la región. El verano pasado se quemó un 80% menos de superficie boscosa que en aquella fecha, gracias al incremento de los medios técnicos.

La mejora en la calidad y coordinación de los medios, la mayor concienciación ciudadana y la suerte son los factores que citan los responsables de la Comunidad de Madrid para explicar la disminución, año tras año, del número de incendios forestales.Un helicóptero especial, alquilado por el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona) en Australia ha sido la estrella del verano; hasta el punto de que los incendios más virulentos se han producido este año en los meses de marzo y finales de septiembre, coincidiendo con la ausencia del aparato.

El refuerzo de los medios habituales con el helicóptero ha sido fundamental para que muchos siniestros no tuvieran mayor alcance. El aparato, con mucha más operatividad que el hidroavión, que necesita media hora de calentamiento para ponerse en marcha, puede arrojar agua con precisión, reponer en pequeños caudales sin pérdida de tiempo y penetrar en lugares de difícil acceso.

Pero aunque este año el número de incendios con respecto al pasado año haya descendido de 198 a 133, los conatos han sido miles, y todos provocados por negligencias humanas. Según Enrique Echegoyen, director general de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid, "en la región no existen incendios originados por intereses especulativos, ni madereros, ni para obtención de pastos para ganado. Casi siempre tienen su origen en la imprudencia de las personas", afirma.

El incendio más grave de los ocurridos este verano, en Santa María de la Alameda, estuvo motivado por una barbacoa. Los bomberos pudieron localizar, tras extinguir el fuego, el punto donde se inició y en el que todavía estaban las restos de unas sardinas totalmente carbonizadas. "Además, en ese caso, a la ausencia del helicóptero se sumó el dificultoso acceso del terreno y que los hidroaviones actuaron tarde debido a la presencia de tendido eléctrico", afirman los técnicos de los bomberos de la Comunidad de Madrid.

Pocas sanciones

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La Agencia del Medio Ambiente espera que el próximo año esté ya en vigor una ley que remedie la escasa capacidad sancionadora de la Administración autonómica contra los atentados de este tipo. Este año el brazo de la ley medioambiental se ha limitado a poner un centenar de denuncias de 5.000 pesetas por quemar rastrojos sin permiso.Según el director general de Medio Ambiente, Antonio López Lillo, Madrid no ha perdido masa forestal. "El 60% de las zonas quemadas se regenera de forma natural, y en el 40% se realizan repoblaciones", afirma. Según él, no ha habido pérdidas irreparables por los incendios de estos últimos años, aunque algunas zonas, como los castañares de Puerto Real, pueden tardar 40 años en regenerarse.

Cerca de 1.700 kilómetros cuadrados de los 8.000 de la región madrileña son terreno forestal. La mayoría de los bosques están compuestos fundamentalmente por encinas.

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