Cartas al director

Impotencia masculina

El motivo de mi escrito es intentar aclarar una serie de afirmaciones inexactas vertidas en el artículo No sabe, no contesta, referido al tema de la impotencia masculina, aparecido en su periódico en fecha 19-11-88.En primer lugar, es incorrecto definir la impotencia como "falta de erección o eyaculación". El término "impotencia" o "disfunción erectiva" se aplica únicamente a la incapacidad de obtener y/o mantener erecciones adecuadas para llevar a cabo la relación sexual coital. La incapacidad o dificultad eyaculatoria recibe otras denominaciones y no se relaciona necesariamente con lo...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El motivo de mi escrito es intentar aclarar una serie de afirmaciones inexactas vertidas en el artículo No sabe, no contesta, referido al tema de la impotencia masculina, aparecido en su periódico en fecha 19-11-88.En primer lugar, es incorrecto definir la impotencia como "falta de erección o eyaculación". El término "impotencia" o "disfunción erectiva" se aplica únicamente a la incapacidad de obtener y/o mantener erecciones adecuadas para llevar a cabo la relación sexual coital. La incapacidad o dificultad eyaculatoria recibe otras denominaciones y no se relaciona necesariamente con los problemas erectivos.

En segundo lugar, no comparto la sorpresa ni las explicaciones que da la periodista firmante del artículo ante el hecho de que un 9,3% de hombres se acogieran al "no sabe/no contesta" al ser preguntados sobre si "eres o has sido impotente". Pienso, por una parte, que esta cuestión planteada sin definir ningún criterio no es fácil de contestar. Por otra parte, debido a la desinformación existente, muchos hombres desconocen si su funcionamiento sexual es o no el que se supone correcto. Tal vez esto explicaría el 9,3% de "no sabe/no contesta", y no el hecho de que los hombres "no noten" su erección, "confundan la eyaculación con un estornudo" o no "reconozcan que padecen impotencia".

Quisiera señalar, por fin, que puede inducir a confusión el referirse a la impotencia en términos de orgánica-psicógena, ya que en una gran mayoría de casos se encuentran implicados muchos factores pertenecientes a ambos aspectos. Habría que hablar, en todo caso, de "tanto por cien de afectación orgánica` ante un caso determinado. Aunque este tema requeriría una amplia aclaración que no permite el espacio de una carta, pienso que es importante señalarlo para no añadir más desinformación a la ya existente.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

. Médico, vicepresidente de la Societat Catalana de Sexología (Academia de Ciencias Médicas), miembro de la unidad de Medicina Psicosomática del Institut Dexeus.

Archivado En