Los remolcadores del puerto de Cádiz iniciaron ayer un paro indefinido

Los remolcadores del puerto de la bahía de Cádiz permanecen paralizados desde las cero horas de ayer al secundar los 78 trabajadores de las dos empresas que realizan el servicio, La Valenciana y Sertosa, un paro indefinido ante la falta de acuerdo en la negociación del convenio colectivo para este año.La huelga, en caso de prolongarse durante algún tiempo, podría alcanzar graves consecuencias en el movimiento de buques del puerto. Igualmente, afectaría al funcionamiento de los Astilleros Españoles de Cádiz, dedicados a la reparación de barcos, por lo que la paralización de los remolcadores ten...

Los remolcadores del puerto de la bahía de Cádiz permanecen paralizados desde las cero horas de ayer al secundar los 78 trabajadores de las dos empresas que realizan el servicio, La Valenciana y Sertosa, un paro indefinido ante la falta de acuerdo en la negociación del convenio colectivo para este año.La huelga, en caso de prolongarse durante algún tiempo, podría alcanzar graves consecuencias en el movimiento de buques del puerto. Igualmente, afectaría al funcionamiento de los Astilleros Españoles de Cádiz, dedicados a la reparación de barcos, por lo que la paralización de los remolcadores tendría una notable repercusión en la actividad económica de esta provincia, que depende en buena, parte del puerto y el astillero. Las negociaciones quedaron bloqueadas después de nueve meses de contactos entre las empresas y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT.

Según un portavoz sindical, la patronal condicionaba cualquier acuerdo a una reducción previa de las plantillas, "pasando las tripulaciones de los remolcadores de cinco a cuatro trabajadores, lo que conlleva un aumento de la inseguridad laboral de las tripulaciones, además de no estar justificada dicha reducción de plantilla, según fuentes sindicales, si se tiene en cuenta el estado económico satisfactorio de ambas empresas".

Como servicios mínimos permanecen en activo dos remolcadores para atender a los buques con mercancías perecederas y los que enlazan la Península con las islas Canarias, así como a un petrolero por mes para el suministro de combustible.