La Comunidad baja el precio del aceite de soja

La Comunidad Europea decidió en los últimos días aceptar una propuesta de la Administración española por la que se baja el precio del aceite de soja obtenido a partir de haba importada en nueve pesetas litro, a 106 pesetas. Este acuerdo entrará en -vigor el mes próximo. Con esta medida, los extractores nacionales esperan poder realizar tinas ventas que hasta la fecha habían tenido bloqueadas al estar obligados a vender a un precio alto.España ha sido tradicionalmente y sigue siendo un gran importador de haba de soja, especialmente de Estados Unidos y Brasil, mientras la producción interior es ...

La Comunidad Europea decidió en los últimos días aceptar una propuesta de la Administración española por la que se baja el precio del aceite de soja obtenido a partir de haba importada en nueve pesetas litro, a 106 pesetas. Este acuerdo entrará en -vigor el mes próximo. Con esta medida, los extractores nacionales esperan poder realizar tinas ventas que hasta la fecha habían tenido bloqueadas al estar obligados a vender a un precio alto.España ha sido tradicionalmente y sigue siendo un gran importador de haba de soja, especialmente de Estados Unidos y Brasil, mientras la producción interior es insignificante. A diferencia de lo que sucede en otros países de la Comunidad, la fuerte importancia del sector olivarero hizo que en la soja, lo importante para el país fuera la harina y que el aceite se considerase como un segundo producto para su exportación. Las ventas en el mercado interior han estado siempre contingentadas para no perjudicar los mercados de otras grasas. Esta campaña las ventas máximas eran de 110.000 toneladas.

Nuestro tratado de adhesión pretendía mantener el equilibrio y la relación de precios de los diferentes aceites. En el caso de la soja se consideraba que debería estar al 907. del precio del girasol. En los últimos meses, mientras el aceite de girasol mantuvo una línea de caída, con precios para el crudo en unas 112 pesetas, a la soja se le mantenía la cifra de 115 pesetas, lo que hacía muy difíciles las ventas en el mercado. Por esta razón, los extractores, especialmente con el apoyo del Ministerio de Economía, solicitaron una reducción de ese precio mínimo de venta en 10 pesetas.