RELIGIÓN

El Vaticano desmiente que Juan Pablo II intentara suprimir la Compañía de Jesús

El Vaticano respondió ayer con un lacónico "no merece ser tomada en consideración" la tesis sostenida en la obra de Malachi Martin, un ex jesuita, profesor en Roma, tras haberse doctorado en Lovaina y Oxford,de que el papa Juan Pablo II, semanas antes del atentado sufrido en la plaza de San Pedro, había pensado suprimir la Compañía de Jesús. En los ambientes jesuísticos de Roma han afirmado que "no vale la pena responder", mientras que la Compañía de Jesús en Estados Unidos ha analizado en un documento de 12 folios la obra, descubriendo sus puntos flacos, que los tiene.

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El Vaticano respondió ayer con un lacónico "no merece ser tomada en consideración" la tesis sostenida en la obra de Malachi Martin, un ex jesuita, profesor en Roma, tras haberse doctorado en Lovaina y Oxford,de que el papa Juan Pablo II, semanas antes del atentado sufrido en la plaza de San Pedro, había pensado suprimir la Compañía de Jesús. En los ambientes jesuísticos de Roma han afirmado que "no vale la pena responder", mientras que la Compañía de Jesús en Estados Unidos ha analizado en un documento de 12 folios la obra, descubriendo sus puntos flacos, que los tiene.

Malachi presenta al padre de la teología de la liberación, el peruano Gustavo Gutiérrez, como jesuita, cuando en realidad es un sacerdote secular. Igualmente, cuando da a entender que en la primavera de 1981 -antes del atentado al pontífice-, durante la famosa reunión con el Papa y seis cardenales de la curia, se discutió suprimir la compañía. Refiriéndose al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dice del actual cardenal Ratzinger que es: "Un alemán de rostro melifluo, sabio y nada simple; un teólogo profesional con la típica seguridad del eclesiástico intelectual". Ratzinger fue nombrado prefecto del ex Santo Oficio seis meses después.En la curla generalicia de Roma, consultada sobre el libro, se ha indicado a este corresponsal que se dirigiese a la casa provincial italiana y hablara con el padre Massuarra, el cual confesó: "Yo el libro no lo he leído y no puedo opinar".

Sólo en la comunidad de Civiltá Cattolica, la revista de los jesuitas intelectuales italianos, el padre De Rosa consintió conversar con EL PAÍS afirmando que nadie pone en duda la formación profesional y académica del padre Malachi, que abandonó la compañía en el lejano 1964, cuando era profesor del Instituto Bíblico. Opina que el libro tiene tintes panfletarios y que junto con cosas ciertas, existen otras falsas o inventadas. El padre De Rosa ha afirmado que es verdad que la Compañía de Jesús ha vivido "horas dificiles" en los últimos tiempos con los tres últimos papas, pero añadió: "Nunca ninguno de nosotros tuvimos la sensación más remota de que el papa Wojtyla hubiese soñado con suprimir a los jesuitas".

Camino peligroso

En realidad, las 520 páginas del libro de Malachi, que ha sido uno de los más vendidos últimamente en Estados Unidos, dan la sensación de que el autor, un nostálgico de la visión tradicional y conservadora de la Compañía de Jesús y que dedica el libro "a la Virgen de Fátima", se esfuerza por todos los medios en defender su tesis de que a partir del padre Arrupe, la Compañía de Jesús abandonó la esencia del jesuitismo ignaciano y que se ha lanzado por el peligroso camino de la entrega a los pobres en el Tercer Mundo, acogiendo las tesis del marxismo y del humanismo modernista.La posición de los jesuitas, dice, apoyando un apostolado carácter marxista -, chocaba brutalmente con el gran proyecto de Juan Pablo II de combatir el comunismo. Con la Compañía de Jesús en la orilla opuesta, el Papa no hubiese podido llevar a cabo su proyecto, de ahí su decisión de suprimir a los jesuitas o de transformar completamente su estructura j urídica.

En realidad, el autor reproduce lo que él llama guerra entre el Vaticano y la compañía y que para los jesuitas fue más bien, "un calvario". Pero a partir del nombramiento de PietHans Kolvenbach, como sucesor de Arrupe, las cosas empezaron a cambiar.

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