Tribuna:

Nuevo aluvión de papel

La orientación negativa de los mercados de valores se ha mantenido a pesar del cambio de fechas, lo que le da a la situación un carácter aún más preocupante. La continuidad en la presión vendedora ha encontrado en los inversores recién incorporados una nueva fuente en la que abastecerse de papel, sin tener en cuenta que algunos valores industriales recibieron todo tipo de facilidades para mejorar sus cotizaciones. Las expectativas de una reacción técnica sólo tienen este pequeño apoyo, pero la trayectoria de las cotizaciones parece indicar que muy pronto se puede llegar a un nivel en el que el...

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La orientación negativa de los mercados de valores se ha mantenido a pesar del cambio de fechas, lo que le da a la situación un carácter aún más preocupante. La continuidad en la presión vendedora ha encontrado en los inversores recién incorporados una nueva fuente en la que abastecerse de papel, sin tener en cuenta que algunos valores industriales recibieron todo tipo de facilidades para mejorar sus cotizaciones. Las expectativas de una reacción técnica sólo tienen este pequeño apoyo, pero la trayectoria de las cotizaciones parece indicar que muy pronto se puede llegar a un nivel en el que el dinero encuentre algunos alicientes para intervenir. Esta reacción de los vendedores ha tenido como base la subida de casi medio punto en la rentabilidad de las letras del Tesoro a un año, lo que, de momento, confirma las expectativas de una subida de los tipos de interés.Desde primera hora se vivió el Impacto que, en momentos como los actuales, tiene un incremento en la retribución de las alternativas a la renta variable, aunque ésto no supone más que vuelve a llover sobre mojado y que por ahora no hay sorpresas importantes en el panorama financiero. Los valores eléctricos continuaron con el ajuste de sus cotizaciones, sin que haya plusvalías que justifiquen estos descensos.

Mientras el mercado se decantaba por el lado vendedor, todas las preguntas se dirigían hacia el sector bancario, cuyos cuidadores tuvieron que poner cara de circunstancias cuando se publicaron los datos de la caja. El volumen negociado por los ocho grandes supuso el 50% del papel puesto a la venta, lo que apunta a un esfuerzo por parte de las entidades para guardar las apariencias.

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