El Gobierno polaco acepta discutir la crisis "sin condiciones previas"

El Gobierno polaco, a través de su ministro del Interior, general Czeslaw Kiszczak, anunció anoche que está dispuesto a discutir "con representantes de los diferentes sectores" y "sin condiciones previas" la solución a la crisis creada por la oleada de huelgas de las últimas semanas.El movimiento de protesta, además de reivindicaciones laborales, plantea exigencias de democratización del sistema político y la legalización del sindicato Solidaridad, que preside el premio Nobel de la Paz Lech Walesa. Según la televisión estatal, el ministro aclaró que de esta oferta quedan excluidos quienes "rec...

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El Gobierno polaco, a través de su ministro del Interior, general Czeslaw Kiszczak, anunció anoche que está dispuesto a discutir "con representantes de los diferentes sectores" y "sin condiciones previas" la solución a la crisis creada por la oleada de huelgas de las últimas semanas.El movimiento de protesta, además de reivindicaciones laborales, plantea exigencias de democratización del sistema político y la legalización del sindicato Solidaridad, que preside el premio Nobel de la Paz Lech Walesa. Según la televisión estatal, el ministro aclaró que de esta oferta quedan excluidos quienes "rechacen el ordenamiento constitucional". No se hacía ninguna mención expresa de Solidaridad.

El anuncio constituye una respuesta directa a las declaraciones previas de Walesa, en las que se mostraba también dispuesto a un diálogo sin condiciones. Y se produce el día antes de que se reúna el Comíté Central del partido comunista para discutir la crisis y, probablemente, aprobar cambios en la composición del Gobier no. El propio primer ministro Zbigniew Messner, podría caer.

La Iglesia se unió también ayer abiertamente al acoso al régimen. Un comunicado del episcopado, el más duro de los últimos años, aseguraba que la sitiuación actual es "consecuencia, del desprecio de los derechos humanos", hacía un llamamiento a acabar con la hipocresía planificada" y pedía pluralismo sindical y de asociaciones". El papa Juan Pablo II, por su parte, comentó en Castelgandolfo a un grupo de peregrinos polacos: "Un solo grupo o un solo partido no puede ser soberano a costa del pueblo y de sus derechos".

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