Se cumplieron los objetivos

El mercado madrileño superó el nivel del 300% más por la inercia del movimiento anterior que por el ambiente positivo de esta última jornada, es decir, lo que estaba previsto sucedió, y sucedió incluso a pesar de las numerosas realizaciones de beneficios que se dieron en los sectores industriales. La sesión muestra unos valores industriales que acusan cansancio y temor y unos grupos fuertes tomando el relevo del ambiente positivo, pero sin el respaldo del dinero. Si en ocasiones anteriores los valores eléctricos habían conseguido atraer al dinero, ayer se echó en falta esa insistencia d...

El mercado madrileño superó el nivel del 300% más por la inercia del movimiento anterior que por el ambiente positivo de esta última jornada, es decir, lo que estaba previsto sucedió, y sucedió incluso a pesar de las numerosas realizaciones de beneficios que se dieron en los sectores industriales. La sesión muestra unos valores industriales que acusan cansancio y temor y unos grupos fuertes tomando el relevo del ambiente positivo, pero sin el respaldo del dinero. Si en ocasiones anteriores los valores eléctricos habían conseguido atraer al dinero, ayer se echó en falta esa insistencia de los compradores, aunque las subidas se mantuvieran casi en el mismo tono.Los habituales se dedicaron, en general, a realizar beneficios ante las incertidumbres que han generado algunas declaraciones sobre la evolución del índice de precios al consumo de julio. La confianza en un agosto alcista se ha atenuado por estas declaraciones, lo que no ha impedido que muchas de las realizaciones de beneficios apenas consiguieran frenar la trayectoria positiva de las cotizaciones.

El corro bancario trajo algo de tranquilidad a un ambiente nervioso, debido a sus resultados positivos, pero el volumen contratado -105.340 títulos para los ocho grandes-, en el nivel mínimo del año, demostró la voluntariedad de estas subidas, que nada tiene que ver con la situación del mercado.

Las posiciones al cierre mostraban la llegada de algunas órdenes de venta para los valores que habían conseguido mantenerse al alza, y cierta tranquilidad para la mayoría de los que habían purgado sus alegrías anteriores, aunque todavía quedan acumulados unos beneficios sustanciosos.