TRIBUNALES

Un magistrado declara por sus actuaciones cuando ejerció como policía

El magistrado Ismael Moreno Chamarro, que está siendo investigado por una actuación durante su etapa de policía, abandonó ayer el Juzgado de Instrucción número 14, donde había sido citado a declarar, por una puerta lateral para evitar ser fotografiado. Con la aquiescencia del juez titular del juzgado, Carlos Valle, y la ayuda de un guardia civil, consiguió eludir a los periodistas abandonando las dependencias a través de la sala de audiencias, contigua al juzgado.

El juez Moreno Chamarro, que en la actualidad es titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Naciona...

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El magistrado Ismael Moreno Chamarro, que está siendo investigado por una actuación durante su etapa de policía, abandonó ayer el Juzgado de Instrucción número 14, donde había sido citado a declarar, por una puerta lateral para evitar ser fotografiado. Con la aquiescencia del juez titular del juzgado, Carlos Valle, y la ayuda de un guardia civil, consiguió eludir a los periodistas abandonando las dependencias a través de la sala de audiencias, contigua al juzgado.

El juez Moreno Chamarro, que en la actualidad es titular del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, está siendo investigado sobre su actuación, como inspector de policía destinado en la comisaría de Chamartín (Madrid), en una diligencia de reconocimiento de un detenido. Su compañero Carlos Valle, conocido por sus redadas en clínicas que practicaban abortos, había ordenado el archivo del caso en mayo de 1987, pero en junio de este año la Audiencia de Madrid ordenó su reapertura por considerar que Valle no había agotado la investigación.

Jefe de comisaría

El proceso se inició en marzo de 1986, cuando la abogada Atocha de Aguinaga presentó una querella por posible delito de falsedad contra dos policías, instructor y secretario de una diligencia de reconocimiento de un detenido. Uno de ellos resultó ser el juez Moreno, y el otro, el comisario Antonio Rosino, que ha sido jefe del subcomisario José Amedo en el País Vasco y en la actualidad es jefe de la comisaría de Ceuta.En 1984, la Audiencia de Madrid juzgó a Luis Miguel López de las Heras, acusado de asesinato frustrado. La prueba de cargo era el reconocimiento del acusado por el testigo Francisco Javier Ventureira y, sorprendentemente, este testigo afirmó que no había podido reconocer a López cuando se lo mostraron en la comisaría. Ventureira añadió que el detenido estaba solo, vestido de soldado e iluminado por un flexo, y que cuando expuso sus dudas a los policías, éstos le instaron a que firmara la diligencia, pues daba igual que no estuviera seguro del reconocimiento.

Diligencias

Estas manifestaciones contradecían los atestados en los que se hacía constar que el testigo había reconocido al acusado en una rueda de detenidos (entre un grupo de personas de similares características).

Ni Rosino ni Moreno comparecieron al juicio a pesar de haber sido citados, pero ayer el ex policía reconoció ante el instructor que su firma figura en el atestado, que fue ratificado. Moreno afirma no recordar prácticamente nada sobre el caso aunque precisa que las diligencias se hacían legalmente en la comisaría. Diferenció entre diligencias de reconocimiento (entre varias personas) y de identificación (una sola persona), pero puntualizó que si en el atestado figura que hubo rueda de detenidos, es que la hubo.

El pasado día 22 declaró ante el juez Valle el testigo Ventureira, que Insistió en que no hubo rueda de detenidos y que el acusado se encontraba sólo en las dependencias policiales cuando se lo mostraron.

Ante estas nuevas contradicciones, la abogada querellante ha solicitado que se realicen sendos careos separados entre los entonces inspectores de policía y el testigo Ventureira.

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