LA RONDA FRANCESA, A CINCO DÍAS DEL FINAL

El Tour vivió la etapa más rápida de su historia

El Tour registró ayer uno de sus récords: la etapa más rápida de cuantas se han celebrado en toda su historia. El holandés Van der Poel ganó en la mañana de ayer el recorrido entre Tarbes y Pau, de 38 kilómetros, en 46.36 minutos, a una media de 48,9 kilómetros por hora. Y en ella, Delgado, que llegó con el vencedor, sacó 10 segundos de diferencia a Parra y Herrera, entre otros. Esto contribuyó aún más a confirmar que este Tour es el más rápido de cuantos se han celebrado. El Tour, dejados atrás los Alpes y los Pirineos, y teniendo ya como única dificultad montañosa el Puy de Dôme el jueves, v...

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El Tour registró ayer uno de sus récords: la etapa más rápida de cuantas se han celebrado en toda su historia. El holandés Van der Poel ganó en la mañana de ayer el recorrido entre Tarbes y Pau, de 38 kilómetros, en 46.36 minutos, a una media de 48,9 kilómetros por hora. Y en ella, Delgado, que llegó con el vencedor, sacó 10 segundos de diferencia a Parra y Herrera, entre otros. Esto contribuyó aún más a confirmar que este Tour es el más rápido de cuantos se han celebrado. El Tour, dejados atrás los Alpes y los Pirineos, y teniendo ya como única dificultad montañosa el Puy de Dôme el jueves, vivió ayer un día singular. Organizó dos etapas, una por la mañana, de 38 kilómetros, y otra a mediodía, de 210, ambas en línea. Se trataba de ir ganando fechas en el calendario de la carrera, al haber tenido que limitar la prueba al plazo de tres semanas.Así, los corredores tuvieron que situarse ayer, a las nueve de la mañana, sobre la línea de salida para cumplir un trámite que la organización les decía que era por su bien, porque tras el esfuerzo del día anterior lo mejor para los cansados músculos era rodar un poco antes de afrontar la larga etapa de la tarde. Pero los corredores, que ya saben esto, decían que ellos ya son mayorcitos para hacer el calentamiento solos.

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La sorpresa fue que en la etapa corta, la de la mañana, hubo gente que no se tomó el recorrido como un ejercicio de recuperación, sencillamente porque no lo necesitaban, al haber hecho un esfuerzo mínimo sobre la montaña. Fue el caso de Dietzen, que quiso justificar la presencia de su equipo, el Teka, en el Tour, y se escapó de salida. Once kilórnetros duró la persecución, pues había gente que también quería anotarse la etapa y le neutralizaron. La meta volante del kilómetro 20 dividió en dos el pelotón, porque había quienes se mostraban muy ambiciosos y quienes querían tranquilidad. El Reynolds tuvo que ponerse a trabajar, porque Theunisse, el quinto clasificado en la general, iba delante y no era cuestión de tirar por la borda todos los esfuerzos anteriores por un exceso de confianza.

En tres kilómetros volvió el orden, pero la meta estaba ya también muy próxima, y los equipos con sprinters comenzaron a imponer su ley con un ritmo muy fuerte, tanto que al final el grupo quedó cortado. Como Delgado no se fía, le pilló el corte en las primeras posiciones. Herrera y Parra, en cambio, porque han perdido concentración, quedaron rezagados.

Sorpresas

Así, una etapa tonta deparó dos sorpresas. Por un lado, un corte en el pelotón, y por otro, el récord de la etapa más rápida en la historia del Tour, aunque a ello también contribuyó su corto recorrido, pero también los corredores salían de una de las etapas más duras que ha vivido el Tour. Y por la tarde, nueva victoria holandesa, esta vez para Van Poppel, que consiguió su tercera particular en este Tour.

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