Cartas al director

'Cotilleos de vecinas'

Leemos con indigación en la portada de EL PAÍS (23 de junio de 1988), en un pie de foto en que aparece el señor Guerra "conversando" con el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en una sala del Congreso, la frase: "Cotilleos de vecinas". Dicha frase hace referencia a las noticias sobre la crisis de Gobierno difundidas por los medios de comunicación.¿Qué razones tiene el señor Guerra para identificar con cotilleos de vecinas aquello que le resulta irrelevante, sin sentido o falso?

¿Es que hasta a las salas del Congreso le llegan los ecos de los cotilleos de los patios de vec...

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Leemos con indigación en la portada de EL PAÍS (23 de junio de 1988), en un pie de foto en que aparece el señor Guerra "conversando" con el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en una sala del Congreso, la frase: "Cotilleos de vecinas". Dicha frase hace referencia a las noticias sobre la crisis de Gobierno difundidas por los medios de comunicación.¿Qué razones tiene el señor Guerra para identificar con cotilleos de vecinas aquello que le resulta irrelevante, sin sentido o falso?

¿Es que hasta a las salas del Congreso le llegan los ecos de los cotilleos de los patios de vecinas?

Nos cuesta creerlo, ya que en los patios las mujeres hablamos de problemas cotidianos e importantes de nuestra realidad, que en ningún momento vemos reflejados en los debates del Congreso (ellos conversan, nosotras cotilleamos).

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La manifestación del poder del lenguaje queda perfectamente reflejada a través del fácil recurso que supone degradar con expresiones estereotipadas la realidad de las mujeres.

Tendremos, por último, que remitir al señor Guerra a las recomendaciones sobre el uso no sexista de la lengua que la propia Administración (MEC) se ha visto obligada a elaborar debido a la presión de las vecinas.

Señor Guerra, nosotras no queremos ser sus vecinas.- y 24 firmas más.

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