Cartas al director

Jueces y abanicos

Me considero un privilegiado en España con mi sueldo de catedrático de universidad: aunque mis colegas europeos casi lo doblan, yo les doblo en alumnos; si mi jubilación va a ser precaria, cuando llegue se habrá legalizado la eutanasia, y si mis amigos empresarios, ejecutivos o profesiorales liberales consideran vergonzoso lo que gano, yo considero vergonzoso lo que ganan (y lo que evaden) ellos. Pues en este país hay demasiados pobres, demasiados trabajadores en precario, demasiados parados, y creo que ha llegado el momento de cerrar el abanico de las rentas: centrarlo de modo q...

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Me considero un privilegiado en España con mi sueldo de catedrático de universidad: aunque mis colegas europeos casi lo doblan, yo les doblo en alumnos; si mi jubilación va a ser precaria, cuando llegue se habrá legalizado la eutanasia, y si mis amigos empresarios, ejecutivos o profesiorales liberales consideran vergonzoso lo que gano, yo considero vergonzoso lo que ganan (y lo que evaden) ellos. Pues en este país hay demasiados pobres, demasiados trabajadores en precario, demasiados parados, y creo que ha llegado el momento de cerrar el abanico de las rentas: centrarlo de modo que ganen menos los que más y más los que menos, salir de la escalera del aumento indiscriminado que todo el mundo quiere recorrer.Veo que no piensan así los magistrados, los encargados de administrar justicia. Están por el abanico bien abierto con su petición de un 30% de aumento cuando el grueso de los trabajadores ha de emplearse a fondo por los decimales del 6. Supongo que, como corporativamente son fuertes, acabarán consiguiendo el 25%. Pero si nadie va a impedir que jueces y magistrados, ejemplo de moral pública, se diferencien tanto, ¿no sería ya hora de elegirlos?- Juan-Ramón Capella.

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