La oposición consigue poner en dificultades a Pujol en el debate de su investidura

El líder de la oposición socialista, Raimon Obiols, consiguió ayer romper la lógica del debate de investidura de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat y, al final de las réplicas y contrarréplicas entre ambos oradores, era el propio Pujol quien rebatía la viabilidad del programa de los socialistas, y no al revés. Pujol había tenido ya visibles dificultades para rebatir los argumentos del portavoz de Iniciativa per Catalunya (IC), Rafael Ribó, quien sostuvo que en los ocho años de gobierno de Pujol Cataluña ha perdido peso específico en el contexto español y europeo.

Todo ello no...

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El líder de la oposición socialista, Raimon Obiols, consiguió ayer romper la lógica del debate de investidura de Jordi Pujol como presidente de la Generalitat y, al final de las réplicas y contrarréplicas entre ambos oradores, era el propio Pujol quien rebatía la viabilidad del programa de los socialistas, y no al revés. Pujol había tenido ya visibles dificultades para rebatir los argumentos del portavoz de Iniciativa per Catalunya (IC), Rafael Ribó, quien sostuvo que en los ocho años de gobierno de Pujol Cataluña ha perdido peso específico en el contexto español y europeo.

Todo ello no impidió que la votación final fuera favorable a Pujol, que fue investido presidente de la Generalitat para el que será su tercer mandato, con los votos de CiU, la abstención de AP y CDS y los contrarios de socialistas, comunistas y republicanos.Obiols inició su discurso señalando que en la presente legislatura hay 8 diputados menos en los escaños de la derecha que en la anterior y que CiU no consiguió en las elecciones autonómicas el éxito que buscaba al plantearlas como un plebiscito. A este argumento, añadió que la estrategia señalada por Pujo¡ en su discurso, en la que se pide diálogo a la Administración central pero al mismo tiempo se la amenaza con la movilización si este diálogo no rinde frutos positivos, es un modelo agotado. Para rematar el argumento, Obiols señaló con contundencia que CiU es demasiado débil en el contexto de la política española para que este planteamiento pueda tener éxito.

La consecuencia de todo ello es, según señaló Obiols, que CiU debe buscar el acuerdo y la colaboración con las demás fuerzas políticas, para presentar la imagen de una Cataluña unida en la negociación con el Gobierno central.

Visiblemente incómodo frente a un Obiols que acentuaba su habitual tono calmado, Pujol contraatacó afirmando que la elevada abstención registrada en las elecciones del 29 de mayo constituye un gran fracaso para el PSC, "que no ha sabido movilizar al electorado contra un gobierno que según ustedes actúa tan mal".

En la sesión de la mañana, el presidente de AP en Cataluña, Jorge Fernández Díaz, efectuó un duro alegato contra la política nacionalista de Pujol y advirtió al candidato que debe elegir a sus aliados entre los socialistas o los conservadores.

El líder del CDS, Antoni Fernández Teixidó, hizo una profesión de fe nacionalista que provocó murmullos en los escaños cuando afirmó que su partido consideraba "incuestionable" que Cataluña es una nación. Joan Hortalà, de ERC, dejó claro que había quedado definitivamente cerrada la época en que su partido colaboró con Pujol en el Gobierno de la Generalitat.

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