Cartas al director

Wilde de nuevo

Entre unosy otros le van a crear a Juan C. Onetti un complejo de desmemoriado con la famosa frase de Wilde. Innecesariamente, porque Onetti tenía razón. Sin embargo, los demás también tienen su parte de razón. Me explico.

Es cierto que en el cuarto acto de Hombre y superhombre (1903), de G. B. Shaw, podemos leer (y traduzco un poco menos literalmente que los otros lectores): "Hay dos tragedias en la vida. Una es no lograr nuestro sueño dorado. La otra es lograrlo". Pero en el tercer acto de El abanico de lady Windermere (1892) ya había escrito Oscar Wilde: "En e...

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Entre unosy otros le van a crear a Juan C. Onetti un complejo de desmemoriado con la famosa frase de Wilde. Innecesariamente, porque Onetti tenía razón. Sin embargo, los demás también tienen su parte de razón. Me explico.

Es cierto que en el cuarto acto de Hombre y superhombre (1903), de G. B. Shaw, podemos leer (y traduzco un poco menos literalmente que los otros lectores): "Hay dos tragedias en la vida. Una es no lograr nuestro sueño dorado. La otra es lograrlo". Pero en el tercer acto de El abanico de lady Windermere (1892) ya había escrito Oscar Wilde: "En este mundo sólo hay dos tragedias. Una es no conseguir lo que se quiere, y la otra, conseguirlo. La última es con mucho la peor; la última es una verdadera tragedia,".

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Como sugiere el marqués de Tamarón, el origen puede estar en una frase de La conjura (1705), de sir John Vanbrugh, que dice: "La carencia de una cosa ya es desconcertante, pero su posesión es insufrible". Pero, ¡quién sabe! A lo mejor la idea la expresó mucho antes algún escritor de la antigüedad- Angel Luis Pujante.

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