Oposición sindical en FASA a la reducción de plantilla

Los sindicatos de FASA-Renault han elaborado un plan alternativo al presentado por la empresa, que se empezará a negociar el próximo días 14. El principal punto de discrepancia radica en la propuesta de reducir la plantilla en 6.000 trabajadores antes de 1992. Las centrales proponen que se rebaje la jornada a 35 horas semanales, que se hagan viables todas las factorías, y exigen el mantenimiento de los actuales niveles de producción.

El plan de futuro aprobado por los sindicatos de FASA-Renault, con la excepción de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), demanda el control de 60.0...

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Los sindicatos de FASA-Renault han elaborado un plan alternativo al presentado por la empresa, que se empezará a negociar el próximo días 14. El principal punto de discrepancia radica en la propuesta de reducir la plantilla en 6.000 trabajadores antes de 1992. Las centrales proponen que se rebaje la jornada a 35 horas semanales, que se hagan viables todas las factorías, y exigen el mantenimiento de los actuales niveles de producción.

El plan de futuro aprobado por los sindicatos de FASA-Renault, con la excepción de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), demanda el control de 60.000 millones de pesetas que la empresa invertirá en los próximos cuatro años para modernizar su estructura. Asimismo exige el mantenimiento de los niveles de producción, la reducción de jornada hasta las 35 horas semanales y que se asegure, al menos, un 20% de la producción mundial de todo el grupo Renault.El objetivo de la propuesta de los sindicatos es garantizar el empleo y la viabilidad de todas las factorías de la empresa, ubicadas en Valladolid, Palencia, Sevilla y Madrid, en las que trabajan más de 20.000 empleados.

Competencia comunitaria

Las negociaciones entre las centrales y la dirección comenzará el próximo día 14 y se espera que el principal punto de fricción se centre en la discusión del excedente de 6.000 trabajadores que la empresa pretende reducir durante los próximos años, hasta 1992, para adaptarse a las exigencias de la Europa comunitaria, por medio de jubilaciones anticipadas y bajas voluntarias incentivadas, ante las que centrales sindicales han manifestado su rechazo.También está previsto que se aborde en la negociación el proyecto de fabricación de nuevos modelos.

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