CEPSA negocia con ERT-Cros la compra del complejo petroquímico de Huelva

Luis Magaña, vicepresidente formal de la Compañía Española de Petróleos (CEPSA), del grupo Banco Central, mantiene desde hace algún tiempo reuniones periódicas con Juan Antonio Delgado, consejero delegado de Cros y hombre fuerte de futuro grupo químico ERT-Cros, para la posible compra del complejo petroquímico de Huelva a Explosivos Río Tinto (ERT).

Aunque iniciales, las conversaciones están orientadas a recalcar el doble interés del sector petrolero privado español de quedarse con el complejo de Huelva, a través de una eventual fusión a tres bandas (CEPSA-Petromed-complejo ERT), y evit...

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Luis Magaña, vicepresidente formal de la Compañía Española de Petróleos (CEPSA), del grupo Banco Central, mantiene desde hace algún tiempo reuniones periódicas con Juan Antonio Delgado, consejero delegado de Cros y hombre fuerte de futuro grupo químico ERT-Cros, para la posible compra del complejo petroquímico de Huelva a Explosivos Río Tinto (ERT).

Aunque iniciales, las conversaciones están orientadas a recalcar el doble interés del sector petrolero privado español de quedarse con el complejo de Huelva, a través de una eventual fusión a tres bandas (CEPSA-Petromed-complejo ERT), y evitar así que la refinería de Huelva caiga en manos de cualquier grupo competitivo extranjero. Las conversaciones están alentadas por instancias oficiales.El Ministerio de Industria y Energía ha alentado desde hace más de un año el inicio de negociaciones entre las tres empresas privadas de refino para encontrar vías de colaboración que, sin descartar incluso la fusión, permitan con vistas al mercado único europeo de 1992 (que coincide con el fin del período de transición para el monopolio español de petróleo) la mejora de su competitividad industrial.

Un primer escarceo de conversaciones fue cortocicuitado el pasado mes de noviembre por la oposición de los grupos bancarios a los que están vinculados CEPSA y Petromed, el Central y el Banesto.

Pero los cambios posteriores en la cúpula del Banesto y el replanteamiento de su estrategia industrial, con el reforzamiento de su presencia en el sector eléctrico y la modificación de los acuerdos suscritos por Petromed con British Petroleum (BP), han dado un nuevo giro al problema, que ha permitido reabrir la vía del diálogo.

Una eventual fusión de Petromed y CEPSA -o una alternativa de colaboración comercial e industrial- se da por descontada, a expensas de lo que pueda suceder con los contactos entre los dos grupos bancarios.

En relación a ERT, y tras un primer escarceo sin posibilidad de continuidad hace más de año y medio, el grupo directivo de CEPSA ha retomado la cuestión de la refinería de Huelva, que cuenta con el añadido de una planta de lubricantes y una cuota de mercado significativa para los propios planes de CEPSA de reforzar su presencia en este segmento comercial.

Los planteamientos de expansión de CEPSA coinciden, por otro lado, con los de ERT en relación a sus instalaciones de La Rábida. En los planes del futuro grupo químico ERT-Cros no figura el mantenimiento de la refinería ni de su complejo de lubricantes adyacente dentro de sus actividades.

Por dicha razón, siempre estuvo en la mente de los ahora accionistas mayoritarios de ERT y Cros (el grupo KIO-Torras) segregar del activo de la sociedad que ahora preside José María Escondrillas la refinería de Huelva y proceder a su venta a cualquier grupo o empresa que tuviese interés en ella.

Dadas sus particularidades y el exceso de capacidad de refino propio de los kuwaitíes, el grupo Torras-KIO descartó su trasvase a la Kuwait Petroleum Company (KPC), con la que, sin embargo, mantuvo conversaciones paralelas la gerencia de ERT.

En estos momentos, el principal obstáculo en la venta de la refinería de Huelva es el necesario proceso de transformación que conlleva la futura fusión ERT-Cros.

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