Maravall asegura que el preacuerdo firmado con los sindicatos "es el límite y el máximo posible"

, El ministro de Educación, José María Maravall, anunció ayer que el preacuerdo firmado entre el ministerio y cuatro sindicatos de la enseñanza pública no universitaria "es el lími te de la negociación y el máximo posible; no hay más negociaciones; si no se ratifica, no hay acuerdo", dijo en el Senado, con lo que anticipó cuál será la actitud gubernamental en el caso de que este preacuerdo sea rechazado en el referéndum que se celebrará el próximo lunes. Comisiones Obreras decidió ayer sumarse a la convocatoria de referéndum, aunque se reserva el derecho a solicitar el no. Los otros cuatro sin...

, El ministro de Educación, José María Maravall, anunció ayer que el preacuerdo firmado entre el ministerio y cuatro sindicatos de la enseñanza pública no universitaria "es el lími te de la negociación y el máximo posible; no hay más negociaciones; si no se ratifica, no hay acuerdo", dijo en el Senado, con lo que anticipó cuál será la actitud gubernamental en el caso de que este preacuerdo sea rechazado en el referéndum que se celebrará el próximo lunes. Comisiones Obreras decidió ayer sumarse a la convocatoria de referéndum, aunque se reserva el derecho a solicitar el no. Los otros cuatro sindicatos pedirán el voto afirmativo.

El responsable de Educación acudió ayer a la Cámara Alta, a instancias del Grupo Popular, para explicar el desarrollo y los prolegómenos del conflicto con los maestros y profesores de enseñanza pública no universitaria, y fue tajante al afirmar que el ministerio ha llegado al límite de lo posible con este preacuerdo. Maravall recalcó que la firma había sido con unos sindicatos que representan al 72% de los profesores.Los portavoces de la oposición se mostraron muy pesimistas respecto a que este preacuerdo pudiera ser refrendado el próximo lunes en referéndum a la vista de la actitud negativa mostrada estos días en asambleas de profesores, por lo que se interesaron por conocer cuál sería la posición del Gobierno si se produce un rechazo y la posibilidad de que siguieran las negociaciones. "No hay negociaciones; si no se ratifica, no hay acuerdo; éste es el máximo posible, y se ha llegado al límite de la negociación", dijo Maravall.

El ministro de Educación hizo un repaso de lo que ha sido desde su punto de vista este conflicto con un relato pormenorizado de reuniones habidas desde el mes de febrero. "Es un conflicto laboral clásico de naturaleza sobre todo económica, sin que con ello quiera minusvalorar la importancia de los otros aspectos", dijo. El Gobierno, según Maravall, es consciente de que hay que seguir mejorando las retribuciones de los profesores.

La senadora aliancista María Jesús Saiz, reprochó al ministro "el cúmulo de despropósitos" que se habían desencadenado con esta huelga. "Usted no ha hablado todavía con los sindicatos, por lo que los está discriminando; ha enfrentado a padres y profesores; puso en marcha una máquina represiva cuando se anunció la huelga; ha jugado un papel de provocador; el único enemigo de la enseñanza pública es el Gobierno socialista, que la está llevando al desastre", dijo como conclusión.

No menos crítico fue el senador del CDS Antonio Valverde, que también entró en el terreno personal. "Usted no ha hecho nada, todo lo ha hecho el subsecretario", dijo señalando a Joaquín Arango, sentado junto al ministro.

Postura sindical

Los representantes de FETE-UGT y de UCSTE, en representación de sus compañeros de ANPE y CSIF, insistieron ayer en pedir de CC OO que se sume a la convocatoria de referéndum para conocer la opinión del profesorado sobre el precauerdo firmado el miércoles con Educación. Este esfuerzo por recomponer la unidad sindical se hizo patente en las intervenciones de estos portavoces sindicales que por primera vez evaluaron en 70.000 millones de pesetas la cantidad global que puede representar en mejoras salariales ese borrador suscrito con el ministerio. .

Encarnación Asensio de FETE-UGT compareció ayer junto a Consuelo García y Carlos Cermeño de UCSTE ante los periodistas en una rueda de Prensa que resultó algo caótica, en la que los representantes de los cuatro sindicatos firmantes del preacuerdo dieron a conocer el contenido del mismo en todos sus aspectos, incluídos los no retributivos.

Pese a reconocer como cierto el resultado de las numerosas asambleas de zona y provinciales que se vienen desarrollando desde el jueves y en las que las votaciones han sido mayoritariamente contrarias al preacuerdo, los portavoces sindicales se mostraron esperanzados con el resultado del referéndum. "El acuerdo es muy bueno, es además el mejor de los posible. Representa en sus tres puntos retributivos unos 70.000 millones que se irán cobrando entre el 1 de septiembre de este año y 1990, y que suponen una media de 20.000 pesetas mensuales", comentaron los portavoces sindicales.

Los tres sindicalistas presentes insistieron en que el preacuerdo había sido aprobado en los diferentes comités federales o cúpulas de FETE-UGT, UCSTE, ANPE y CSIF, y reconocieron haber mantenido el domingo una "reunión amistosa" con el secretario general de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Con relación a la huelga de enseñanzas básicas y medias prevista para hoy, mañana y pasado mañana, los tres sindicalistas insistieron en que "nosotros ya la hemos desconvocado, pero si los comité provinciales y los profesores consideran que es necesario mantener esa medida de presión nos parece muy bien".

En un último intento de recomponer, siquiera coyunturalmente, la unidad sindical perdida, los cinco sindicatos que constituyeron hasta el pasado miércoles el comité de huelga estatal de la enseñanza pública se reunieron ayer en la sede madrileña del Consejo Escolar del Estado. Comisiones Obreras, que criticó ayer duramente la convocatoria del referéndum, manifestó su disposición a apoyar la consulta, aunque se reserva el derecho a solicitar el no. Los otros cuatro sindicatos solicitán el voto afirmativo. Si en la consulta los profesores rechazaran el preacuerdo, se restablecería la unidad sindical, según manifestaron los representantes sindicales