El tribunal pide un plano de la brigada

El presidente del tribunal que juzga la desaparición de Santiago Corella, Salvador Domínguez, decidió ayer subsanar la "omisión producida" en la instrucción del caso y solicitar un plano a escala de las dependencias de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid tal como estaban distribuidas en noviembre de 1983, cuando El Nani fue conducido a ellas.

La distribución de despachos y dependencias en la brigada ha sido uno de los puntos que más controversias y tiempo de declaraciones han ocupado, ya que el juez instructor del sumario, Andrés Martínez Arrieta, no tomó...

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El presidente del tribunal que juzga la desaparición de Santiago Corella, Salvador Domínguez, decidió ayer subsanar la "omisión producida" en la instrucción del caso y solicitar un plano a escala de las dependencias de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid tal como estaban distribuidas en noviembre de 1983, cuando El Nani fue conducido a ellas.

La distribución de despachos y dependencias en la brigada ha sido uno de los puntos que más controversias y tiempo de declaraciones han ocupado, ya que el juez instructor del sumario, Andrés Martínez Arrieta, no tomó la precaución de incorporar documento semejante al sumario, prueba que tampoco solicitó ninguna de las partes personadas en la causa. El letrado Rodríguez Menéndez solicitó ayer de la sala que se subsanase tal falta, mediante la realización de un reconocimiento visual en la propia brigada. El magistrado Salvador Domínguez denegó tal inspección, aunque ordenó la petición de planos al considerar que se omitió en la instrucción del sumario un dato importante para la vista.

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La sesión de tarde de ayer fue consumida prácticamente con el término del interrogatorio a Consuelo Corella por las defensas de los procesados. La hermana del desaparecido respondió al letrado Manuel Tuero, defensor de los inspectores Victoriano Gutiérrez Lobo y José María Pérez Gutiérrez, que Soledad Montero, mujer del Nani, le había comentado con anterioridad que fue objeto de abusos deshonestos en la brigada. "Le tocaron el pecho, concretamente los pezones", dijo. El letrado la preguntó, entonces, si fue con ánimo de tortura o lascivamente, a lo que Consuelo respondió que lo desconocía. Finalmente, Tuero preguntó si tenía algún dato objetivo que pudiera avalar la hipótesis de que su hermano muriera en la brigada, a lo que la testigo contestó que no.

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