"Un voto por un paraguas"

En Corea del Sur, la época de las lluvias, que pronto comenzará, ha obligado a programar unos Juegos Olímpicos de verano que se desarrollan a mediados de septiembre, cuando el tiempo vuelve a ser más seco y soleado. Es quizá en previsión de esta época tradicional de lluvias que, entre los regalos electorales repartidos por todos partidos, destacaban los paraguas.No es que se trate de conseguir "un voto por un paraguas" ya que el aceptar un regalo no es garantía de que el candidato que lo ofrece cuente con los favores del que lo recihe. "Aquí", comentó un surcoreano, "los regalos tienen otro se...

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En Corea del Sur, la época de las lluvias, que pronto comenzará, ha obligado a programar unos Juegos Olímpicos de verano que se desarrollan a mediados de septiembre, cuando el tiempo vuelve a ser más seco y soleado. Es quizá en previsión de esta época tradicional de lluvias que, entre los regalos electorales repartidos por todos partidos, destacaban los paraguas.No es que se trate de conseguir "un voto por un paraguas" ya que el aceptar un regalo no es garantía de que el candidato que lo ofrece cuente con los favores del que lo recihe. "Aquí", comentó un surcoreano, "los regalos tienen otro sentido que en Occidente, forman parte de nuestra tradición".

Lo cierto es que el hábito del popular sungmul, o el regalito que acompaña incluso a cualquier compra importante en Corea, adquiere con las campañas políticas una dimensión más amplia. Su práctica beneficia, en realidad, al partido que cuenta con más dinero, en este momento, el que está en el poder, el Partido por la Justicia Democrática. Un voto, en Corea del Sur, puede costar unos 20.000 wories (unas 3.000 pesetas).

Más información

La oposición -que también regala paraguas, relojes o pañuelos- acusa al PJD de corrupto en, su larga etapa en el poder, sacando como ejemplos el reciente escándalo que implica al hermano menor del ex presidente Chun Doo Hwan, acusado de desviar fondos públicos para su propio beneficio; al suegro del ex presidente, por haber vendido miles de pinos al Ayuntamiento de Seúl, cuando éste los había recibido como donación; o, incluso, al propio ex presidente por haber adquirido un soavión Boeing que le permitiría, según la oposición, escapar del país en caso de problemas.

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