Cartas al director

La critica de Fernández-Santos

En defensa de Ángel Fernández-Santos (AFS a partir de ahora, con perdón por abreviar), y ya que no creo que él conteste, aunque uno de sus artículos desmontaría punto por punto la carta, quiero replicar a Luis M. Matía, que nos descubría el 19 de abril que AFS odia el cine estadounidense y ama el español. Pero que no importa, el bueno gana siempre, y los pobres norteamericanos, pese a las injustas críticas, seguirán culturizándonos. Así, ya se acercan, entre otras joyas, Rambo 3 o Viernes 13 VII, en 20 años, nuevos cineastas nos asombrarán con lo aprendido de estas maravillas.Ya....

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En defensa de Ángel Fernández-Santos (AFS a partir de ahora, con perdón por abreviar), y ya que no creo que él conteste, aunque uno de sus artículos desmontaría punto por punto la carta, quiero replicar a Luis M. Matía, que nos descubría el 19 de abril que AFS odia el cine estadounidense y ama el español. Pero que no importa, el bueno gana siempre, y los pobres norteamericanos, pese a las injustas críticas, seguirán culturizándonos. Así, ya se acercan, entre otras joyas, Rambo 3 o Viernes 13 VII, en 20 años, nuevos cineastas nos asombrarán con lo aprendido de estas maravillas.Ya. Más se aprende de cine aguantando El precio justo que con los citados previsibles bodrios. Colecciono las críticas cinematográficas de EL PAÍS, y puedo afirmar que AFS adora Blade Runner, Casablanca o Hechizo de luna. ¿Eso es antiamericanismo? ¿Son hispanófilas sus críticas a Gallego y Esa cosa con plumas? No. Son objetivas. Como el opinar que Teenwolf 2 o Tres hombres y un bebé (caso este vergonzoso y que despeja dudas sobre los cerebros de quienes en cine, televisión y corrompedor vídeo se mueren por lo norteamericano) son nulas. Una cosa es Indiana Jones y otra Perseguido, que vi el otro día: una basura y una bazofia. Y el que no aprecie las diferencias no sabe de cine.

Fernández-Santos se ha atrevido a meter mano dura con La chaqueta metálica o Esperanza y gloria, obras maestras para burgueses mediocres, que igual tragan eso que una del Oeste, que prefieren el poco de denuncia y el mucho de fuegos artificiales (sin franjas en televisión, que la pantalla es para frenarla), una vez por mes y con bonita publicidad. Ayer, La misión; hoy, El último emperador, mañana, la de Robert Redford.

Parece mentira que alguien defienda las cosas de indios que nos tragamos el sábado porque John Ford es muy bueno, o la escoria que arrastran Robocop y Regreso al futuro, por ser éstas las que nadie quiere perderse. Cuando uno es pequeñito, vale. Pero un crítico no puede dejar de apalear Yo soy la justicia 2, cuando no sólo faltan los últimos Godard o asiáticos, sino la ópera prima de Mailer como director, Hierro dulce, o las segundas Matanzas en Tejas y Posesiones infernales, que ni con las secuelas aciertan los distribuidores.

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Para aprender del cine norteamericano actual, pescar True stories, Near dark, Blood simple y las críticas y artículos de AFS.-

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