Corrimiento de tierras a causa de las fuertes lluvias en un pueblo de Burgos
Las fuertes lluvias registradas durante los últimos días en la provincia de Burgos han sido la causa de un corrimiento de tierras que se produjo ayer en la localidad de Reinoso de Bureba, un pequeño pueblo cercano a Briviesca. A primeras horas de la tarde, efectivos de la Benemérita y de Protección Civil continuaban trabajando en la zona para controlar el corrimiento, cuya lengua de tierra, que avanzaba hacia las primeras casas del pueblo, tenía ya unas considerables dimensiones: unos 120 metros de largo por 60 de ancho.
El corrimiento de tierra se inició hacia las diez de la mañana...
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Las fuertes lluvias registradas durante los últimos días en la provincia de Burgos han sido la causa de un corrimiento de tierras que se produjo ayer en la localidad de Reinoso de Bureba, un pequeño pueblo cercano a Briviesca. A primeras horas de la tarde, efectivos de la Benemérita y de Protección Civil continuaban trabajando en la zona para controlar el corrimiento, cuya lengua de tierra, que avanzaba hacia las primeras casas del pueblo, tenía ya unas considerables dimensiones: unos 120 metros de largo por 60 de ancho.
El corrimiento de tierra se inició hacia las diez de la mañana. "A esa hora, algunos vecinos del pueblo notamos que no bajaba agua por los grifos, y la poca que salía venía muy turbia", dice Andrés Zuñeda, alcalde de Reinoso. Algunos vecinos, fueron hacia el depósito, situado en una ladera a las afueras del pueblo, encontrándose con una gran grieta en una tierra de labor. La grieta fue ampliándose rápidamente, y la lengua fue avanzando medio metro por hora, hasta alcanzar al mediodía los 30 metros.
En el pueblo, donde únicamente viven siete familias, cundió el temor, porque el corrimiento avanzaba rápidamente hacia la iglesia y las primeras edificaciones del pueblo. La acción de Protección Civil y otros efectivos que están intentando hacer un canal para desviar las aguas parece haber paralizado el corrimiento y, según Protección Civil, es de prever que la lengua de tierra no alcance las casas.