Cartas al director

Beethoven de Abbado

Acabo de leer el Cuaderno de notas que escribe Félix de Azúa el domingo 6 de marzo. Por fin, y aunque sea de pasada, consigo encontrar una crítica al Beethoven que ha ofrecido Abbado con la Filarmónica de Viena en su reciente gira española.No escuché el concierto del Palau, aunque sí el del Real, pero, al parecer, ambos estuvieron bajo el mismo signo interpretativo: perfección formal por la orquesta, aunque rutinaria, tocando sin ganas y de una forma un tanto amanerada, lo que se notó particularmente en la lectura de la Pastoral.

A las posibles causas que se citan añadiría la for...

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Acabo de leer el Cuaderno de notas que escribe Félix de Azúa el domingo 6 de marzo. Por fin, y aunque sea de pasada, consigo encontrar una crítica al Beethoven que ha ofrecido Abbado con la Filarmónica de Viena en su reciente gira española.No escuché el concierto del Palau, aunque sí el del Real, pero, al parecer, ambos estuvieron bajo el mismo signo interpretativo: perfección formal por la orquesta, aunque rutinaria, tocando sin ganas y de una forma un tanto amanerada, lo que se notó particularmente en la lectura de la Pastoral.

A las posibles causas que se citan añadiría la forma interpretativa particular de Abbado, que, siguiendo una trayectoria similar a la de Karajan, va preocupándose casi exclusivamente (y cada vez más) por la pura belleza formal externa, es decir, dando versiones que son de un evidente manierismo bastante relamido, inadecuado en la mayor parte de los casos, pero que, en general, gusta. Se vende, vamos.

Me alegra que la agudeza mental de Félix de Azúa, tantas veces demostrada en sus novelas, se aplique también a la crítica musical. Más valen esas cortas líneas que las crónicas de sociedad que escribe su comentarista oficial y que pretenden hacer pasar por crítica musical.

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