Tribuna:

El nuevo máximo no aleja las dudas

Los mercados han recuperado parte de la tranquilidad gracias a la capacidad de absorción que ha demostrado el dinero, hasta el punto de que tres de las cuatro bolsas se han situado otra vez en niveles máximos del año. El volumen negociado ha sido menor que el de las sesiones anteriores, pero manteniéndose dentro de la zona en la que puede considerarse que el dinero es el que lleva la voz cantante. No obstante, la altura de las cotizaciones ha vuelto más prudentes a los inversores, y las tomas se hacen con ciertas precauciones con el fin de no forzar la subida de los precios.Los valores eléctri...

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Los mercados han recuperado parte de la tranquilidad gracias a la capacidad de absorción que ha demostrado el dinero, hasta el punto de que tres de las cuatro bolsas se han situado otra vez en niveles máximos del año. El volumen negociado ha sido menor que el de las sesiones anteriores, pero manteniéndose dentro de la zona en la que puede considerarse que el dinero es el que lleva la voz cantante. No obstante, la altura de las cotizaciones ha vuelto más prudentes a los inversores, y las tomas se hacen con ciertas precauciones con el fin de no forzar la subida de los precios.Los valores eléctricos abrieron la sesión sin presiones vendedoras, lo que contribuyó a que el ambiente se caldease con algunos rebotes importantes, sobre todo entre los grupos industriales. Estos sectores continúan aportando lo mejor de esta orientación positiva del mercado, aunque también hay que concederle algún mérito al sector bancario.

Los casos concretos son, sin embargo, los que ofrecen mayor interés para el inversor, teniendo en cuenta que es la inversión a corto la que: controla totalmente la situación. Los rumores sobre fusiones, OPA y demás son los que están consiguiendo fijar al dinero en torno a una serie de valores cuyos precios a veces no dan cuenta de estos movimientos.

En esta sesión el dinero ha continuado tomando posiciones a precios atractivos, pero siempre con esa constante de un cierto temor a los movimientos imprevistos, algo que le da a la situación el factor de riesgo que el mercado se niega a aceptar. Las posiciones al cierre cambiaban de minuto en minuto, pero el papel se recogía con cierta facilidad en los niveles bajos, algo que indica la presencia de la barandilla en estos movimientos de última hora. La jornada ha sido, en suma, una más de la serie en la que las dudas van a ser la nota más destacada.

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