AP basará su campaña en Cataluña en la defensa de los castellanohablantes

Alianza Popular hará una campaña electoral centrada en la defensa de los castellanohablantes y en denunciar el incumplimiento que el Gobierno de Convergència i Unió (CiU) realiza, según los conservadores, de la ley de Normalización Lingüística aprobada por el Parlament en 1983.El candidato aliancista a la presidencia de la Generalitat, Jorge Fernández Díaz, manifestó ayer a este diario que su partido no tiene "ningún temor" de que se les acuse de realizar una política españolista y que "las leyes están para cumplirse".

Las críticas a la política lingüística de la Generalitat junto con l...

Alianza Popular hará una campaña electoral centrada en la defensa de los castellanohablantes y en denunciar el incumplimiento que el Gobierno de Convergència i Unió (CiU) realiza, según los conservadores, de la ley de Normalización Lingüística aprobada por el Parlament en 1983.El candidato aliancista a la presidencia de la Generalitat, Jorge Fernández Díaz, manifestó ayer a este diario que su partido no tiene "ningún temor" de que se les acuse de realizar una política españolista y que "las leyes están para cumplirse".

Las críticas a la política lingüística de la Generalitat junto con la defensa de las cuatro provincias catalanas se convierten así en los dos argumentos que más repetirán los dirigentes de AP en las próximas semanas, en un intento de movilizar con este mensaje a una franja del electorado que repetidamente les vota en las elecciones legislativas, pero que en las autonómicas opta por CiU o por la abstención.

Los dirigentes aliancistas consultados consideran que su postura electoral en materia lingüística no es un retroceso en el proceso de catalanización del partido. "Estamos en una sociedad bilingüe y somos favorables al pleno apoyo al catalán, pero no se está respetando el derecho de los padres a elegir la lengua en que quieren educar a sus hijos", explicó Fernández Díaz.

Juntamente con estos dos grandes temas, AP insistirá durante la campaña en que sus votos no servirán nunca para que un socialista llegue a la presidencia de la Generalitat. En una segunda fase, se pasará a una crítica más sectorializada a CiU, asumiendo el compromiso público de que AP no dará un cheque en blanco a los nacionalistas si precisan de sus votos para una nueva mayoría.