Bélgica protesta a Rumanía por publicar un mensaje falso del rey Balduino
El embajador de Rumanía en Bruselas, George Ciucu, fue convocado al Ministerio de Exteriores belga, donde se le presentó la "firme protesta" del Gobierno por la publicación en un semanario rumano de un mensaje falso del rey Balduino al presidente Nicolae Ceaucescu. "El mensaje ha sido fabricado completamente", afirma en un comunicado el Ministerio de Exteriores belga.
En la última quincena de enero han aparecido en las publicaciones rumanas, todas ellas bajo control del Estado, mensajes de felicitación a Ceaucescu del rey Juan Carlos de España, la reina Isabel de Inglaterra y el rey...
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El embajador de Rumanía en Bruselas, George Ciucu, fue convocado al Ministerio de Exteriores belga, donde se le presentó la "firme protesta" del Gobierno por la publicación en un semanario rumano de un mensaje falso del rey Balduino al presidente Nicolae Ceaucescu. "El mensaje ha sido fabricado completamente", afirma en un comunicado el Ministerio de Exteriores belga.
En la última quincena de enero han aparecido en las publicaciones rumanas, todas ellas bajo control del Estado, mensajes de felicitación a Ceaucescu del rey Juan Carlos de España, la reina Isabel de Inglaterra y el rey Carlos Gustavo de Suecia, todos ellos igualmente falsos.
Por otra parte, el grupo disidente checoslovaco Carta 77 convocó el lunes diversas manifestaciones en Varsovia, Praga, Budapest y Moscú en solidaridad con las huelgas de noviembre pasado en las que los obreros rumanos protestaban por la carestía de la vida. Al menos 50 personas fueron detenidas frente a la Embajada de Rumanía en Varsovia el lunes, pero ayer fueron todas puestas en libertad menos el pacifista Jan Tomasiewicz, miembro del ilegal grupo Libertad y Paz, quien permanecía retenido en la comisaría central de policía de la capital polaca.
En Budapest no hubo detenciones pero la policía intervino y disolvió a las 350 personas congregadas frente a la sede diplomática rumana cuando unos manifestantes trataron de desplegar una pancarta que rezaba: "Muera el dictador".
En París, unas 150 personas, en su mayoría emigrantes de Europa del Este, encendieron velas y se manifestaron en silencio en solidaridad con el pueblo rumano.