Cartas al director

Beso de la tradición

No acabo de comprender bien las razones por las que un grupo de militares, uniformados todos ellos, se han de poner muy colocaditos siempre que viene a España un representante de algún país, máxime cuando esa persona, el motivo del viaje, e incluso el aeropuerto donde aterriza, son civiles. Pues me lo explique, que diría Macario. Bueno, ya, por tradición. Vale.Por tradición, también hay gente que pide una letra al himno nacional de España dado que, también por tradición, parece ser que los mismos tienen que existir. España es de los pocos, o quizá el único país sin letra en su himno nacional. ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

No acabo de comprender bien las razones por las que un grupo de militares, uniformados todos ellos, se han de poner muy colocaditos siempre que viene a España un representante de algún país, máxime cuando esa persona, el motivo del viaje, e incluso el aeropuerto donde aterriza, son civiles. Pues me lo explique, que diría Macario. Bueno, ya, por tradición. Vale.Por tradición, también hay gente que pide una letra al himno nacional de España dado que, también por tradición, parece ser que los mismos tienen que existir. España es de los pocos, o quizá el único país sin letra en su himno nacional. No conozco todos. Bueno, pues no pasa nada.

La banda recepcionista la interpreta a la llegada de dichas personalidades y, a pesar de ser huérfana de estribillos y pareados, queda muy bien y todos tan panchos. Pero siempre es una banda militar. Pasable cuando el visitante es del gremio castrense. Si no, y como ejemplo, en la visita del presidente vitalicio del Estado del Vaticano debían de haberle tarareado el himno los cantores del monasterio de Santo Domingo de Silos. Pongo por caso.

Y hablando de Roma... Buena la hizo ese señor comenzando la tradición de besar pavimentos de los aeropuertos en sus visitas. Ya no puede dejar de hacerlo, a riesgo de que el anfitrión se sienta discriminado y agraviado comparativamente. (¿Por qué aquí no se agacha?, dirían.) ¿Qué pasará cuando el reuma u otra dolencia le impida repetir la posturita? Bueno, quizá en algún país, y ante tal eventualidad, arranquen del suelo un trozo de asfalto y se lo acerquen a los morros para que pueda cumplir con la tradición del ósculo. El beso de la tradición.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En