Cartas al director

'Pecado solitario'

Que no se preocupe la profesora onubense especializada en la frenética biología de los espermatozoides de sus alumnos. Si desde el punto de vista científico-pedagógico su actitud es irreprochable por aquello de que más enseña una imagen que mil palabras, máxime si es real como la vida misma, desde el punto de vista sanitario no hay mayores problemas, pues no se ha demostrado que el organismo -sobre todo si es pulcro y por exigencias de un guión científico- sea fuente de alguna de esas nuevas plagas bíblicas que últimamente llenan las páginas de los periódicos. En todo caso, tendría un cierto v...

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Que no se preocupe la profesora onubense especializada en la frenética biología de los espermatozoides de sus alumnos. Si desde el punto de vista científico-pedagógico su actitud es irreprochable por aquello de que más enseña una imagen que mil palabras, máxime si es real como la vida misma, desde el punto de vista sanitario no hay mayores problemas, pues no se ha demostrado que el organismo -sobre todo si es pulcro y por exigencias de un guión científico- sea fuente de alguna de esas nuevas plagas bíblicas que últimamente llenan las páginas de los periódicos. En todo caso, tendría un cierto valor preventivo mientras no se encuentre alguien de confianza como aconsejaba el ministro.Tampoco debe inquietarse la profesora por los posibles trastornos oculares de sus alumnos, pues aquel apocalíptico "te quedarás ciego" con que se nos atemorizaba no ha resultado menos fantasioso que lo de la antiheroína bíblica que se quedó convertida en estatua de cloruro sódico a causa de su voyeurismo.

En cuanto al aspecto moral de la cuestión, esa "ominosa incitación a la masturbación" que tanto ha inquietado a las fuerzas (¿hordas?) bieripensantes, las mismas que nos aplicaban el grado cuatro del "¿cuántas veces, hijo mío?" o nos impelían a utilizar eufemismos vergonzantes como el muy cursi de pecado solitario, resulta tan irrelevante y absurdo como predicar la santa castidad a quienes, tras una jornada laboral idiotizante o como colofón a un día más de paro, no tienen otro aliciente que cubrir en decorosa y deportiva cabalgada a su pareja.-

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