ECOLOGÍA

Enfrentamiento en el patronato de Doñana por la explotación de las aguas de su entorno

Las diferencias de criterio sobre la explotación para fines agrarios de las aguas subterráneas de la zona que circunda Doñana han provocado un enfrentamiento entre los miembros del grupo de aguas del patronato de este parque nacional, según fuentes del propio patronato. Un informe del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) apunta la posibilidad de desecación del parque en 25 años si las extracciones de agua continúan como hasta ahora.

Según estas fuentes, en la última reunión del Grupo de Aguas, celebrada el pasado día 10 para analizar el informe del IGME, se pusieron de manifies...

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Las diferencias de criterio sobre la explotación para fines agrarios de las aguas subterráneas de la zona que circunda Doñana han provocado un enfrentamiento entre los miembros del grupo de aguas del patronato de este parque nacional, según fuentes del propio patronato. Un informe del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) apunta la posibilidad de desecación del parque en 25 años si las extracciones de agua continúan como hasta ahora.

Según estas fuentes, en la última reunión del Grupo de Aguas, celebrada el pasado día 10 para analizar el informe del IGME, se pusieron de manifiesto dos posturas contrarias, si bien nadie descalificó el último estudio del IGME sobre las aguas de Doñana.Por una parte, Jesús Casas, conservador del parque; Javier Castroviejo, director de la estación biológica; Jesús Vozmediano, representante de la asociación ecologista Ándalus, y Julio Álvarez, alcalde de Puebla del Río (Sevilla), se mostraron firmes partidarios de seguir las recomendaciones hechas por el IGME (véase EL PAÍS de ayer) referentes a no sobrepasar las 7.000 hectáreas de regadío en el Plan Almonte-Marismas y a buscar vías de explotación alternativas a las existentes.

De otro lado, Juan Coromina, director general técnico del Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA), y Juan López Martos, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se mostraron más optimistas respecto a las conclusiones del estudio referentes a un posible proceso de desecación del parque como consecuencia de las continuas extracciones de aguas subterráneas. Coromina y LópezMartos argumentaron el hecho de que el estudio ha sido realizado sobre un supuesto.

En la reunión, los partidarios de seguir las recomendaciones del IGME aceptaron las explicaciones del representante del IARA acerca de que de las 10.000 hectáreas incluidas en el Plan Almonte-Marismas son sólo 7.000 las puestas en "pleno regadío" y que las 3.000 restantes lo están "en transformación".

Javier Castroviejo, que prefiere no pronunciarse abiertamente sobre el tema por ser materia de trabajo del patronato, reconoce: que el estudio del IGME "es de gran importancia por ser la primera vez que un informe oficial recoge las repercusiones hidrológicas del Plan Almonte-Marismas, a lo que sin duda han ayudado las investigaciones hechas por parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas desde la estación biológica".

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