CC OO de Cataluña apoyará a Antonio Gutiérrez como secretario general
La Comisión Obrera Nacional de Cataluña (CONC) prepara para los próximos días 29, 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre su IV congreso bajo el lema Unidos para avanzar y ser muchos más. El II congreso de las Comisiones Obreras (CC. OO) catalanas fue de síntesis de las distintas corrientes; el tercero, lo fue de confrontación de éstas, consecuencia de interiorizar la división política de la familia comunista entre prosoviéticos y eurocomunistas, y este IV congreso promete ser de unidad y consolidación de la expansión del sindicato en Cataluña.
El secretario general saliente y previsiblemen...
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La Comisión Obrera Nacional de Cataluña (CONC) prepara para los próximos días 29, 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre su IV congreso bajo el lema Unidos para avanzar y ser muchos más. El II congreso de las Comisiones Obreras (CC. OO) catalanas fue de síntesis de las distintas corrientes; el tercero, lo fue de confrontación de éstas, consecuencia de interiorizar la división política de la familia comunista entre prosoviéticos y eurocomunistas, y este IV congreso promete ser de unidad y consolidación de la expansión del sindicato en Cataluña.
El secretario general saliente y previsiblemente candidato único para permanecer en el cargo, José Luis López Bulla, no ha tenido, en su ya largo historial al frente del sindicato, ninguna ocasión mejor para presentar un balance positivo. El sindicato sale como vencedor en Cataluña de la última confrontación electoral, con el 41,47. de delegados (cerca de 14.000); ha aumentado, después de muchos años de retroceso, el número de sus militantes; ha conseguido un buen año de resultados en la negociación colectiva, con un 6,9% de aumentos salariales de promedio, y ha logrado la unidad interna, conseguida a base de consenso en las grandes decisiones con los diversos sectores del sindicato, representados en la cúspide ejecutiva proporcionalmente a su representatividad en las bases.López Bulla, como candidato, no tiene hoy oposición ni alternativa, e incluso las listas de delegados al congreso han sido consensuadas previamente en un largo periplo de congresos previos en las uniones territoriales y federativas.
A diferencia del congreso confederal de CC OO de toda España, que en su fase preparatoria centra el máximo interés en el relevo de su secretario general, Marcelino Camacho, en Cataluña la fase preparatoria de este congreso se ha cen trado en los contenidos de su debate interno, en un clima de unidad y relativa euforia.
Para que así fuera, José Luis López Bulla se apresuró a declarar que no aspiraba a sustituir al hasta ahora secretario general Marcelino Camacho, cerrando de este modo las especulaciones y las posibles maniobras para un supuesto relevo en Cataluña. Es más, la CONC ha expresado su apoyo para que el sustituto de Marcelino Camacho sea Antonio Gutiérrez, demostrando también con ello el criterio, empleado reiteradamente, de la toma de decisiones adoptadas por consenso.
Los números
Pero la principal preocupación del sindicato sigue siendo su nivel de afiliación. Los actuales 100.000 cotizantes estarán representados en el congreso por 850 delegados (400 de las uniones territoriales, otros 400 de las federativas y 50 de la ejecutiva). Estos 100.000 cotizantes son aún muchos menos que los 350.OOC que llegaron a cotizar en el período 1977-1978. A pesar de ello, en el último año, rompiendo una alarmante tendencia decreciente, los números han vuelto a aumentar. Así, por ejemplo, en este período, en la factoría Seat se ha duplicado la afiliación.El primer esfuerzo de afiliación lo ha dirigido el sindicato hacia los delegados vencedores en las últimas elecciones sindicales, que, a pesar de presentarse en listas de CC OO, entre un 30% y un 40% no eran afiliados. La relación entre 100.000 cotizantes y 14.000 delegados se considera en el sindicato muy desproporcionada. Mientras la representación por número de delegados es muy estimable, la afiliación parece muy baja.
Por todo ello, el congreso de Comisiones Obreras de Cataluña pretende consolidar el sindicalismo de masas; ampliar el nivel de participación, asegurando un mayor grado de democratización de las decisiones y mayor uso de la consulta en asamblea; reforzar la acción reivindicativa, y ampliar la política de servicios del propio sindicato.