Dimisiones tras la polémica

Algunos de los dirigentes socialistas ibicencos abandonaron, sus cargos de responsabilidad en el partido tras la polémica suscitada por las denuncias contra el dirigente socialista Txiki Benegas. Después de la reunión con el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, y al ver que la entrevista solicitada a Benegas no se celebraba -pese a que inicialmente la aceptó- cundió el desánimo entre los socialistas de Ibiza.El desánimo se acrecentó cuando Abel Matutes -el adversario sociológico de los socialistas isleños- fue propuesto por el Gobierno como comisario de la CE.

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Algunos de los dirigentes socialistas ibicencos abandonaron, sus cargos de responsabilidad en el partido tras la polémica suscitada por las denuncias contra el dirigente socialista Txiki Benegas. Después de la reunión con el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, y al ver que la entrevista solicitada a Benegas no se celebraba -pese a que inicialmente la aceptó- cundió el desánimo entre los socialistas de Ibiza.El desánimo se acrecentó cuando Abel Matutes -el adversario sociológico de los socialistas isleños- fue propuesto por el Gobierno como comisario de la CE.

Entre los que continuaron, como el secretario general Antoni Costa, algunos encontraron dificultades en su posterior vida política. La candidatura de Costa como número cuatro de la lista balear para las últimas elecciones legislativas fue desechada por la dirección del PSOE. Esta marginación, según la califican en Ibiza, no fue consecuencia de una actitud rebelde de Costa. El secretario general de Ibiza sigue guardando celosamente su copia de la solicitud de expediente, que se esmeró en no depositar en los archivos del partido para asegurar el pacto de silencio. De esta forma, según fuentes del PSOE en Ibiza, sólo existen actualmente cuatro copias de la solicitud de expedientes y de la correspondencia aneja: la que está en Ibiza; otra que se envió a la Federación Socialista Balear, en Palma de Mallorca; y las del presidente y vicepresidente del Gobierno.

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Pese a tantas cautelas, el pacto de silencio finalmente ha quebrado. Todo indica que ello no es debido a que los críticos de Ibiza se alineen con las posiciones de Pablo Castellano, aunque algunos compartan su actitud básica. La posición más extendida sostiene más bien que la actuación de Benegas "no pasa del nivel del amiguismo" que es el aspecto que denunciaron en su momento.

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