Francia advierte que no consentirá que Israel venda a España tecnología que le fue sustraída por el Mosad

Altos funcionarios de la Administración francesa han advertido a la española que no consentirán que la firma Israel Aircraft Industries (IAI) utilice en España, dentro de un contrato para modernizar 24 aviones Mirage 3 del Ejército del Aire, información secreta que en su día fue robada a la empresa francesa Marcel Dassault por el Mosad (servicio secreto israelí), según afirman fuentes relacionadas con el programa. Para conseguir el contrato compiten la empresa española Ceselsa, apoyada por IAI, y Construcciones Aeronáuticas, SA (CASA), en colaboración con Marcel Dassault.

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Altos funcionarios de la Administración francesa han advertido a la española que no consentirán que la firma Israel Aircraft Industries (IAI) utilice en España, dentro de un contrato para modernizar 24 aviones Mirage 3 del Ejército del Aire, información secreta que en su día fue robada a la empresa francesa Marcel Dassault por el Mosad (servicio secreto israelí), según afirman fuentes relacionadas con el programa. Para conseguir el contrato compiten la empresa española Ceselsa, apoyada por IAI, y Construcciones Aeronáuticas, SA (CASA), en colaboración con Marcel Dassault.

Marcel Dassault es la empresa constructora de los Mirage 3. Alguno de estos aviones había sido vendido a Israel por Francia, pero este país embargó las ventas de armas a los israelíes a raíz de la guerra de los Seis Días en 1967. En 1968, Alfred Frauenknecht, alto directivo en la empresa Sulzer Brothers, radicada en la localidad suiza de Winterthur, cuyo trabajo consistía en supervisar el conjunto del programa de construcción del Mirage, entregó a agentes del Mossad toda la documentación secreta sobre los sistemas del Mirage 3.Gracias a ello, la industria israelí pudo desarrollar, con la colaboración estadounidense -los motores eran de General Electric-, el avión de combate Kfir, que posteriormente llegó a ser exportado a Colombia y Argentina. Frauenknecht, que cobró por su acción la cantidad de 200.000 dólares, fue detenido en Suiza en 1970, y en abril de 1971 fue condenado a cuatro años y medio de prisión. Para realizar el trasvase de información, el suizo convenció a su jefe inmediato, en el verano de 1968, de la conveniencia de microfilmar toda la documentación del Mirage.

Ahora, para realizar la modernización de los Mirage 3 españoles, es necesario contar con abundante información confidencial sobre la estructura del avión, de la que disponen Francia e Israel. Aunque la participación de este país en la oferta presentada con Ceselsa sólo es del 20%, según esta empresa española, las autoridades francesas consideran que no puede consentirse que un país europeo y aliado de Francia admita que los israelíes utilicen datos obtenidos por este sistema.

El contrato ascenderá a unos 23.000 millones de pesetas. Dentro de las opciones presentadas por ambos competidores para modernizar los Mirage 3, el Ejército del Aire ha elegido la más completa y, por tanto, la más cara. Se trata de acoplar al viejo avión -de unos 15 años de vida- un nuevo ordenador procedente de los F-18 -que a su vez serán cambiados por otros más avanzados- y varios sistemas electrónicos de navegación y de dirección de tiro.

Igualmente, el Ejército del Aire desea que a estos aparatos se les acoplen en su parte delantera, a la altura de la cabina, unas pequeñas alas denominadas canard para mejorar su maniobrabilidad, a pesar de que CASA advirtió a los militares de que esta mejora era excesivamente cara para los beneficios derivados de la misma. La vida operativa del cazabombardero se prolongará en unos 10 o 12 años más (la vida media de un aparato de este tipo es de 20 años).

De esta forma, las Fuerzas Aéreas desean convertir el avión en un aparato con una gran capacidad para ser dedicado a misiones de ataque al suelo.

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Se da la circunstancia de que el pasado año CASA e IAI intentaron llegar a un acuerdo para realizar el citado proyecto, pero finalmente CASA abandonó el programa por entender que su participación iba a ser escasa y porque la colaboración con los israelíes podía poner en peligro su mercado árabe. Fue entonces cuando Ceselsa sustituyó a CASA como socio de IAI y logró incrementar a casi el 80% su participación en la oferta, con la consiguiente disminución de beneficios para los israelíes si acabaran consiguiendo el contrato.

Sin embargo, CASA modificó su posición en enero de este año y optó nuevamente por participar en el concurso. Fue entonces cuando las dos empresas intentaron llegar a un acuerdo para que ambas fueran las principales beneficiadas del proyecto. Sin embargo, el acuerdo no fue posible y tanto CASA como Ceselsa se acusan ahora mutuamente de intransigencia en las posturas que mantuvieron en las fracasadas conversaciones.

CASA dice ahora que mantiene la puerta abierta ante una posible colaboración de Ceselsa en una oferta común con Marcel Dassault, lo que supondría eliminar del proyecto a los israelíes.

La oferta de Ceselsa-IAI incluye que, para realizar algunas de las modificaciones, uno o dos Mirage 3 españoles tendrían que ser trasladados a Israel, lo que ha sido criticado en medios del Ejército del Aire.

Continuidad de Manises

La consecución de este contrato tiene unas importantes consecuencias comerciales, ya que la fórmula que se emplee en la modernización podrá ser exportada. En el mundo hay ahora unos 11.200 Mirage 3, muchos de los cuales serán modernizados en los próximos años.

Para el, Ejército del Aire, la mejora y modernización de los Mirage 3 supondrá, además, que las Fuerzas Aéreas podrá mantener operativa la base aérea de Manises (Valencia), donde están esos aviones. El año pasado, el Ministerio de Defensa tenía previsto vender a un tercer país esos aparatos, y muy probablemente eso hubiera supuesto el cierre de Manises.

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