Cartas al director

Compromiso de la Libertad

Leído el sencillo y espléndido artículo de Ignacio Sotelo, no tengo por menos que felicitarme si, los que amamos a la libertad tanto como a nuestra propia vida, nos congratulamos en que en esta época de elitismos y pragmatismos haya quien haga un canto a la libertad del hombre/ mujer. Todavía hay quienes coartan y encierran en mazmorras a quienes osan hablar del hombre libre, del pensar a priori que la libertad es una, incomparable y menos invendible...Mientras que los intelectuales defendían a la libertad en Valencia, los pueblos la defendían a tiros. Siendo gente normal, ha...

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Leído el sencillo y espléndido artículo de Ignacio Sotelo, no tengo por menos que felicitarme si, los que amamos a la libertad tanto como a nuestra propia vida, nos congratulamos en que en esta época de elitismos y pragmatismos haya quien haga un canto a la libertad del hombre/ mujer. Todavía hay quienes coartan y encierran en mazmorras a quienes osan hablar del hombre libre, del pensar a priori que la libertad es una, incomparable y menos invendible...Mientras que los intelectuales defendían a la libertad en Valencia, los pueblos la defendían a tiros. Siendo gente normal, habrían de convertirse en matadores no siendo esa su condición.

Yo pienso que la misión del elegido por la diosa inteligencia es, o debía ser, crear, enseñar y después predicar con el ejemplo: hoy todos escriben, versifican, hablan y, en suma, son una especie de elite consensuada que han formado un círculo de acero en donde no entra nadie, ni los posibles creadores -quizá- mejor que ellos, no extrañándome en absoluto de que el pueblo no lea. ¿Por qué? No ven la divina luz de la sublime creación, o si la ven, lo que pasa es que no les llega, porque entre posnovísimo y otras yerbas ven la broza y no la espléndida creación de lo sublime. Por mi afiliación (suscripción) a Litoral, revista de pensamiento y poesía, hasta revista de poco fuste, he comprobado que lo mejor que hoy se escribe es en casa, sin posibilidad de salida para que el pueblo, a quien debe ir el pensamiento, no le llegue. ¿Por qué? Está claro: las capillitas intelectuales escriben para ellos, así el lector medio ni se entera de lo que quieren decir.

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Así se ha formado un círculo de incapaces, en que cada día con sus roñas y sus coñas (Unamuno) nos maltratan y nos machacan el cerebro para la inutilidad. ¿Qué puede entender un trabajador mediano de unos versos ramplones en donde se le habla en chino? Porque eso es el superrealismo, posnovismo y todos los ismos que añadir. ¿Se equivocan, o nos quieren equivocar?

Vuelvo a felicitar al señor Sotelo porque ha tenido la valentía de poner en la sartén muchas cosas que parecen tabúes, prohibiciones, y la libertad nace a sus solas y muere a sus solas (otra vez Unamuno). Capitalismo-Iiberalismo-comunismo se dan la mano; yo también estuve en Alemania, y en Francia, y en otras partes, y se ven y se oyen cosas increíbles. ¿Que allá no atan los perros con longaniza? Claro que sí, pero no se nota tanto como aquí el cambio de un sistema a otro, al menos en el mundo del trabajo, que es lo que importa, ¿o no? No canto a la libertad porque a lo peor me amordazan, seguiré leyendo a quien o quienes los considero hombres honestos.-

Zacarías Vivar Molina.

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