RELIGIÓN

La enseñanza católica está en crisis, según Kolvenbach

El superior general de la Compañía de Jesús, Peter-Hans Kolvenbach ha denunciado en el Sínodo de los obispos que se celebra en Roma que "existe una crisis vocacional en el enseñanza católica". Como en los sínodos pasados, también esta vez se esperaba con cierta curiosidad la intervención del superior general de la Compañia de Jesús, que representa la voz de la mayor y más influyente congregación religiosa del mundo. El padre Peter-Hans Kolvenbach, el papa negro, haciendo honor a su proverbial ausencia de protagonismo, entregó su discurso escrito, sin leerlo personalmente.El lider jesuit...

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El superior general de la Compañía de Jesús, Peter-Hans Kolvenbach ha denunciado en el Sínodo de los obispos que se celebra en Roma que "existe una crisis vocacional en el enseñanza católica". Como en los sínodos pasados, también esta vez se esperaba con cierta curiosidad la intervención del superior general de la Compañia de Jesús, que representa la voz de la mayor y más influyente congregación religiosa del mundo. El padre Peter-Hans Kolvenbach, el papa negro, haciendo honor a su proverbial ausencia de protagonismo, entregó su discurso escrito, sin leerlo personalmente.El lider jesuita ha confesado que esta crisis "no es culpa de los poderes civiles", sino que se debe a porque cada que cada vez son menos los religiosos que desean dedicarse a la enseñanza católica, de modo que ésta acaba cayendo cada día más en las manos de los seglares. Dicha crisis se explica "porque entre los católicos, incluso entre los religiosos, existe la duda sobre la capacidad que puede tener una institución educativa de estar al servicio de los más pobres y de la promoción de la justicia en nombre del Evangelio, ya que normalmente la enseñanza católica recoge más bien a los mejores y no los más necesitados de la sociedad".

"De este modo", continúa, "la influencia de la ideología marxista hace creer que la enseñanza católica está sólo al servicio de una clase y que contribuye a conservar estructuras injustas a pesar de sus buenas intenciones de querer reformarlas".

El superior jesuita ha añadido, sin embargo, que es necesario superar esta especie de "sentido de desesperanza" que agarrota hoy a los responsables de las escuelas católicas frente a las dificultades que encuentran para estar presentes en todos los estratos de la sociedad, ya que renunciar a dicho ministerio eclesial "significaría abandonar una parte de la evangelización".

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