PRESENCIA HISPANA EN NORTEAMÉRICA

Los Reyes contemplaron en Santa Fe la profunda huella colonial española

ENVIADO ESPECIALLos Reyes entraron ayer en el túnel del tiempo con su visita a Santa Fe, una ciudad colonial española cuyo paisaje recuerda una mezcla de Almería y la sierra madrileña, con sus casas de adobe imitado bajo un puro cielo castellano y una población hispana orgullosa de su herencia que habla un español arcaico. Hace más de tres siglos, los conquistadores españoles y la Inquisición eran los dueños de estas tierras, junto con tribus de indios. Y hasta el final del siglo XVIII no comenzaron a llegar a Nuevo México los anglos.

Don Juan Carlos se reunió en esta capital (50.000 ha...

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ENVIADO ESPECIALLos Reyes entraron ayer en el túnel del tiempo con su visita a Santa Fe, una ciudad colonial española cuyo paisaje recuerda una mezcla de Almería y la sierra madrileña, con sus casas de adobe imitado bajo un puro cielo castellano y una población hispana orgullosa de su herencia que habla un español arcaico. Hace más de tres siglos, los conquistadores españoles y la Inquisición eran los dueños de estas tierras, junto con tribus de indios. Y hasta el final del siglo XVIII no comenzaron a llegar a Nuevo México los anglos.

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Don Juan Carlos se reunió en esta capital (50.000 habitantes), a más antigua de Estados Unidos, con los jefes de diecinueve tribus, de los Indios Pueblo, los indígenas que ya llevaban aquí cinco siglos cuando se adentró en estas tierras, en una loca y genial aventura, Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Don Juan Carlos les hizo entrega de bastones de mano sinbolizando el reconocimiento que ya su antepasado Carlos III hiciera hace más de dos siglos.También tuvo tiempo para plantar un álamo algodonero, resistente especie local, para "que sea símbolo de nuestra presencia en esta tierra". "Siento el magnetismo de Nuevo México como debieron sentirlo los españoles que primero se aventuraron por estas tierras en búsqueda de las siete ciudades de Cíbola. Así como su misticismo y su espíritu artístico y creador", afirmó el rey Juan Carlos en la cena que le ofreció el gobernador de Nuevo México, "el estado del encanto", el gobernador Garrey Carruthers, ávido golfista y piloto de carreras

Caballeros de Vargas

Doce Caballeros de Vargas, una organización que mantiene viva a llama española en Santa Fe en recuerdo de la colonización, "sin sangre", de esta región por Diego de Vargas, recibieron a los Reyes en el Palacio del Gobernador, construido en 1610, y el edificio público más antiguo de los Estados Unidos aún en uso. Iban disfrazados de conquistadores, botas negras a medio muslo, espada y yelmos, con plumas, ambos de plástico, y capas de vistosos colores.Unos 200 curiosos, turistas y gentes de tercera edad en su mayoría -Santa Fe, situada a más de 2.000 metros de altura, es un balneario para ricos jubilados y artistas fugados de la contracultura de los años 60- esperaban a los Reyes frente al palacio del Gobernador. La policía había desalojado a los vendedores de artes indígenas que suelen ocupar la plaza de los Gobernadores.

En un patio interior, se concentraron 350 personas elegidas por sorteo, después de que el fiscal general (ministro de Justicia) del Estado protestara porque la Zarzuela había sugerido que quería una nutrida presencia de hispanos. Los anglos entendieron que sólo se quería a hispanos. Lo consideraron discriminatorio e incluso inconstitucional. Les habían avisado que fueran vestidos de domingo y llamaran majestades a los Reyes y se inclinaran ante la Reina.

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En el patio del Palacio, los invitados calentaron la espera del helicóptero real procedente de Alburquerque, con abundante cava catalán y rioja.

Llegan los Reyes y don Juan Carlos planta el álamo y les dice a los invitados que "en España añoramos a todos los españoles que partieron, pero nos sentimos a la vez orgullosos del prestigio y de la huella que habeis dejado y seguís dejando en Nuevo Méjico". Estallan los aplausos pero el Rey ya ha concluido su discurso de 13 líneas. Y doña Sofía, por las prisas, -todo en este viaje es apresurado- no atiende las peticiones de "que hable la Reina".

Luego los Reyes visitarían la catedral, el Museo de Arte Popular, que dedicará un ala a la herencia española, y el Museo de Culturas y Artes Indias. Durmieron en Santa Fe y hoy llegarán a Los Angeles, donde sus actividades más importantes serán, en los próximos dos días, una visita a la Sinagoga Tifereth con un encuentro con la comunidad sefardí, y una cena con Jane Fonda y otros personajes del mundo de Hollywood.

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