La angioplastia, tema del Congreso Europeo de Cardiología

La angioplastia ha sido el tema central del Congreso Europeo de Cardiología que se ha celebrado durante toda esta semana en Santiago de Compostela. El cardiólogo Andreas Gruntzig, fallecido hace dos años en accidente de aviación en Estados Unidos, fue el protagonista ausente.Gruntzig no sólo fue objeto de un homenaje en la catedral compostelana, sino que su gran descubrimiento -una técnica para evitar las intervenciones quirúrgicas en enfermedades coronarias- se convirtió en la estrella de los debates que acapararon la atención de los 1.800 congresistas. Los mejores cardiólogos del continente ...

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La angioplastia ha sido el tema central del Congreso Europeo de Cardiología que se ha celebrado durante toda esta semana en Santiago de Compostela. El cardiólogo Andreas Gruntzig, fallecido hace dos años en accidente de aviación en Estados Unidos, fue el protagonista ausente.Gruntzig no sólo fue objeto de un homenaje en la catedral compostelana, sino que su gran descubrimiento -una técnica para evitar las intervenciones quirúrgicas en enfermedades coronarias- se convirtió en la estrella de los debates que acapararon la atención de los 1.800 congresistas. Los mejores cardiólogos del continente rindieron así tributo a la angioplastia en el décimo aniversario de su descubrimiento.

Andreas Gruntzig utilizó por vez primera la angioplastia en 1977, en Ginebra. El procedimiento consistía en introducir en la arteria un dilatador provisto de un balón hinchable. Con ello se conseguía inflamar los conductos arteriales y de este modo eliminar las obstrucciones. La efectividad del método residía en que su aplicación evitaba recurrir a intervenciones quirúrgicas.

Al principio sólo se podía realizar en una vena, pero con el tiempo se logró extenderlo a dos e incluso a tres. Su combinación con el láser -otra de las innovadoras técnicas para el tratamiento de enfermedades coronarias- ha dado resultados satisfactorios y a partir de ella se han obtenido métodos de exploración como la angioscopia, que permite inspeccionar directamente la vena visualizando las lesiones.

Las primeras experiencias del doctor Gruntzig fueron ciertamente espectaculares: en 169 pacientes el procedimiento alcanzó un 80% de efectividad. Posteriores aplicaciones resultaron todavía más reveladoras, y así se comprobó que la técnica podía realizarse en casi la mitad de los pacientes con enfermedades coronarias, aunque lo ideal eran personas de menos de 50 años. El éxito, además, se logró en un 50% de las arterias intervenidas.

Los cardiólogos están satisfechos con los resultados, pero reconocen que todavía no se posee un conocimiento amplio de sus efectos a medio plazo. Algunos datos indican que en cerca de un 20% de los casos reaparecen las dolencias al cabo de unos nueve meses. También se ha registrado un 6% de enfermos en los que se necesitó recurrir a la cirugía de urgencia y un 4% a los que se les provocó un infarto de miocardio. Las ventajas, sin embargo, son indudables y así lo pusieron de manifiesto los cardiólogos en Santiago: el índice de mortalidad es tan sólo del 1%, la dilatación es fácil y segura y se evita la intervención quirúrgica en más de un 88% de las ocasiones.

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