Destituido el capitán del puerto de Malabo tras la protesta española

El Gobiemo de Guinea Ecuatorial ha destituido al capitán responsable del puerto de Malabo, Santiago Elá, por la invasión de mercantes españoles que cometen regularmente cientos de ciudadanos de aquel país, quienes obligan a las tripulaciones de los buques a llevarles en cubierta en sus trayectos desde Malabo (la capital guineana, en la isla de Bioko) a Bata (en el continente). El Sindicato Libre de la Marina Mercante-CC OO había denunciado que el personal del puerto cobraba 10.000 francos CEFA (unas 4.000 pesetas) por permitir a los guineanos el paso a la zona de los buques. La invasión d...

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El Gobiemo de Guinea Ecuatorial ha destituido al capitán responsable del puerto de Malabo, Santiago Elá, por la invasión de mercantes españoles que cometen regularmente cientos de ciudadanos de aquel país, quienes obligan a las tripulaciones de los buques a llevarles en cubierta en sus trayectos desde Malabo (la capital guineana, en la isla de Bioko) a Bata (en el continente). El Sindicato Libre de la Marina Mercante-CC OO había denunciado que el personal del puerto cobraba 10.000 francos CEFA (unas 4.000 pesetas) por permitir a los guineanos el paso a la zona de los buques. La invasión de los mercantes españoles por ciudadanos de Guinea y sus viajes apiñados en la cubierta contravienen los convenios sobre seguridad en el mar y dejan exiguos los cupos de botes salvavidas. Desde finales de julio, el embajador español, Antonio Núñez García Saúco, ha trasladado cuatro protestas al Gobierno guineano, y se entrevistó el pasado día 21 de agosto con el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Nguema.

Estas actuaciones diplomáticas han dado ya sus primeros frutos. Así, el buque español Algarmi, de la naviera García Miñaur, que había sufrido asaltos de ese tipo, hizo su trayecto el martes con normalidad.

Este buque tiene una tripulación de unas 16 personas y botes salvavidas para un total de 25, pero ha llegado a trasladar en cubierta a 200 ecuatoguineanos.

Viaja a una velocidad de 12 nudos y tarda unas 20 horas en recorrer la distancia entre Malabo y Bata (unos 400 kilómetros).

Para lograr la normalidad, las autoridades de la ex colonia española embarcaron a los guineanos en el barco de aquel país Acacio Mané, con destino a Bata. Asimismo, han difundido en todos los medios de comunicación ecuatoguineanos unos espacios de publicidad oficial en los que se recuerda a la población que está prohibido que embarquen pasajeros en buques de carga.

Igualmente, la Dirección General de Transportes de Guinea envió un oficio a la Dirección General de Puertos en el que responsabilizaba a este organismo ecuatoguineano del cumplimiento de las normas internacionales que prohíben el acceso del público a los buques. En el marco de esta reacción guineana tras las protestas españolas figura también la destitución del capitán del puerto de Malabo.

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El sindicato de la marina mercante ha enviado a Exteriores un telegrama en el que agradece estas gestiones y pide que se mantengan las medidas preventivas ante la llegada de otros barcos. El embajador español mantuvo ayer varias entrevistas en ese sentido con miembros del Gobierno guineano.

Los ciudadanos de Guinea no han dispuesto de un medio de transporte marítimo entre Bata y Malabo hasta que ha vuelto a entrar en servicio el Acacio Afané tras las protestas españolas, Ese barco llevaba varios meses sin efectuar el trayecto.

Precisamente la compañía española García Miñaur intentó adquirir los barcos Camelia y Titania a la Sociedad Española de Gestión de Buques -filial del Banco de Crédito Industrial-, para hacerse cargo de ese servicio de pasajeros; pero finalmente no se produjo un acuerdo económico para la compra, según informan fuentes sindicales.

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