Dragaminas británicos y franceses salen hacia Ormuz

Cuatro dragaminas británicos y tres franceses salieron ayer del puerto escocés de Rosyth y del galo de Toulon rumbo al golfo Pérsico para proteger a las fuerzas navales ya destacadas en aquellas aguas por Londres y París. Los refuerzos llegarán dentro de dos semanas, en el caso francés, y de cinco, para los buques británicos. En ambos puertos se produjeron escenas emotivas que, en el caso británico, revivieron memorias de la guerra de las Malvinas.

La primera ministra británica, Margaret Thatcher, decidió enviar los barcos la semana pasada, inmediatamente después de que comenzaran a...

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Cuatro dragaminas británicos y tres franceses salieron ayer del puerto escocés de Rosyth y del galo de Toulon rumbo al golfo Pérsico para proteger a las fuerzas navales ya destacadas en aquellas aguas por Londres y París. Los refuerzos llegarán dentro de dos semanas, en el caso francés, y de cinco, para los buques británicos. En ambos puertos se produjeron escenas emotivas que, en el caso británico, revivieron memorias de la guerra de las Malvinas.

La primera ministra británica, Margaret Thatcher, decidió enviar los barcos la semana pasada, inmediatamente después de que comenzaran a aparecer minas fuera de las aguas del Golfo y tras haber rechazado una petición previa de colaboración presentada por Washington en el mismo sentido. El objetivo formal es proteger a la flotilla británica de dos fragatas y un destructor que patrulla la zona desde hace siete años, pero la complejidad de la situación hace temer que los barcos puedan verse implicados en operaciones mas amplias y convertirse en objetivos de ataques que no están preparados para repeler. Los cuatro dragaminas británicos están dotados de los últimos adelantos tecnológicos (su casco es de fibra de plástico, lo que evita las minas magnéticas) y su mínimo armamento ha sido reforzado con ametralladoras.

Londres ha defendido la necesidad de enviar estos dragaminas tanto para proteger a su flotilla como para reafirmar el esfuerzo occidental en mantener la libre circulación en aguas internacionales.

La oposición laborista discrepa de las justificaciones dadas por el Gobierno que, dice, enmascaran el sometimiento a la voluntad de Washington.

Los barcos británicos harán escala en Gibraltar, momento en el cual los tres dragaminas franceses que van proteger a la escuadra escabezada por el portaviones Clemenceau ya se encontrarán en el Mediterráneo oriental. Los franceses han decidido a última hora reforzar con un tercer dragaminas los dos cuya misión había sido anunciada con antelación.

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