La 'ikurriña' ondea en AP

La batalla de la imagen es una de las parcelas que más preocupa a los allancistas, aunque consideran que con su presidente, Antonio Hernández Mancha, tienen mucho terreno ganado: "Las antiguas formas están rotas, dado su estilo desenfadado", dicen en AP. No reparan en techos ni barreras y piensan que con su nuevo estilo, "abierto y moderno", alejado de la "derecha rancia", no sólo puede resultar atractiva para votantes del CDS, sino también del PSOE. Como ejemplo, entre otros, proclaman que por primera vez en la historia de AP el pasado miércoles ondeó en su sede nacional una...

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La batalla de la imagen es una de las parcelas que más preocupa a los allancistas, aunque consideran que con su presidente, Antonio Hernández Mancha, tienen mucho terreno ganado: "Las antiguas formas están rotas, dado su estilo desenfadado", dicen en AP. No reparan en techos ni barreras y piensan que con su nuevo estilo, "abierto y moderno", alejado de la "derecha rancia", no sólo puede resultar atractiva para votantes del CDS, sino también del PSOE. Como ejemplo, entre otros, proclaman que por primera vez en la historia de AP el pasado miércoles ondeó en su sede nacional una ikurriña. Fue en la convención de cargos municipales y autonómicos del partido.La dirección de AP proclama que las cosas han cambiado no sólo en las formas sino también en los contenidos. Han pasado de oponerse al título VIII de la Constitución, referido al Estado de las Autonomías, a asumir plenamente la nueva concepción del Estado, según puso de manifiesto con vehemencia el nuevo presidente de Castilla y León, José María Aznar.

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Actúan súbitamente como los paladines del autonomismo y están dispuestos a exigir al Gobierno central que permita el desarrollo máximo de las competencias autonómicas, sobre todo en las que gobiernan ellos.

Hernández Mancha, habla de la drogadicción de una manera estándar y comienza por denominar "enfermos" a los adictos a las drogas y la necesidad de programas de rehabilitación. No tiene "empacho" el político andaluz en señalar que la derecha española debe desprenderse de los atavismos "franquistas" y que se acabó el estar al servicio de "los sectores sociales privilegiados".

Por último, la cuestión de la pena de muerte para los delitos de terrorismo, sobre la que AP nunca ha renegado absolutamente, es despachada con normalidad por Hernández Mancha: "A mí, eso de la pena de muerte no me gusta nada".

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