VERANO 87

Los príncipes de Gales abandonaron ayer la ciudad de Palma

Los príncipes de Gales, Carlos y Diana, y sus dos hijos, Guillermo y Enrique, abandonaron a mediodía de ayer la ciudad de Palma, después de concluir una semana de descanso invitados por los Reyes de España. El príncipe Felipe los acompañó hasta el aeropuerto militar de Son San Juan, donde los miembros de la la familia real inglesa y sus acompañantes embarcaron en un avión de la Royal Air Force en el que viajaron hasta Escocia:Las segundas vacaciones consecutivas de Carlos y Diana en España terminaron sin que se produjera ningún incidente. En .a operación de seguridad montada por la Casa Real p...

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Los príncipes de Gales, Carlos y Diana, y sus dos hijos, Guillermo y Enrique, abandonaron a mediodía de ayer la ciudad de Palma, después de concluir una semana de descanso invitados por los Reyes de España. El príncipe Felipe los acompañó hasta el aeropuerto militar de Son San Juan, donde los miembros de la la familia real inglesa y sus acompañantes embarcaron en un avión de la Royal Air Force en el que viajaron hasta Escocia:Las segundas vacaciones consecutivas de Carlos y Diana en España terminaron sin que se produjera ningún incidente. En .a operación de seguridad montada por la Casa Real para garantizar su protección participaron más de 200 personas, en su mayoría guardias civiles, aunque varios de los agentes de la escolta personal de Carlos y lady Di pertenecían al Cuerpo Nacional de Policía.

Carlos y Diana, con la piel enrojecida por el sol que han tomado durante estos días, abandonaron el palacio de Marivent sobre .as 11.45 en una furgoneta familiar Volkswagen conducida por el príncipe Felipe. En el vehículo viajaban Carlos -en el asiento delantero-, su esposa, sus dos niños y la nurse que llegó a Palma icompañando a lady Di. Cuatro vehículos de protección componían la caravana, que encabezada el vehículo real. La comitiva fue controlada en todo momento por agentes situados en los puntos estratégicos del recorrido. Algunos de ellos iban camuflados como simples turistas.

Al llegar al aeropuerto la comitiva se perdió en una de las pistas del aeropuerto mallorquín, nuy lejos de los teleobjetivos de os mismos fotógrafos que durante la última semana han intentado fotografiar en todo momento a Carlos y lady Di. Ayer, en el palacio donde reside la familia real española, terminaron los problenas de overbooking que había causado la visita de la familia inglesa. Para los paparazzi, también se inician unos días de descanso: ahora ya no les será necesario controlar las calas de Mallorca para encontrar el yate real Fortuna y perseguir a altas velocidades los coches de la familia real española en busca de una foto exclusiva.

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