Un millón de iraníes piden venganza por los sucesos de La Meca

Más de un millón de manifestantes iraníes pidieron ayer a gritos "venganza, venganza" por la matanza en la ciudad santa de La Meca, el pasado viernes, de centenares de peregrinos iraníes en enfrentamientos con las fuerzas del orden saudíes. El presidente del Parlamento iraní y segundo hombre fuerte del régimen, Hachemi Rafsanyani, respondió a la multitud que sus "deseos son órdenes". El fervor revolucionario se apoderó ayer de nuevo de las calles de Teherán, donde la víspera fueron asaltadas las embajadas de Francia, Kuwait y Arabia Saudí.

Las autoridades de Riad negaron ayer la entrada...

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Más de un millón de manifestantes iraníes pidieron ayer a gritos "venganza, venganza" por la matanza en la ciudad santa de La Meca, el pasado viernes, de centenares de peregrinos iraníes en enfrentamientos con las fuerzas del orden saudíes. El presidente del Parlamento iraní y segundo hombre fuerte del régimen, Hachemi Rafsanyani, respondió a la multitud que sus "deseos son órdenes". El fervor revolucionario se apoderó ayer de nuevo de las calles de Teherán, donde la víspera fueron asaltadas las embajadas de Francia, Kuwait y Arabia Saudí.

Las autoridades de Riad negaron ayer la entrada en el país a una comisión enviada por el ayatolá Ruholá Jomeini para investigar las causas de la matanza del que ya pasará a la Historia como viernes negro. Un total de 402 personas, 275 de ellas iraníes, murieron en los incidentes, según un comunicado oficial saudí. No obstante, ayer, la agencia oficial iraní, Irna, aseguraba que la cifra de iraníes muertos o desaparecidos en La Meca se elevaba a 650.El sentimiento de luto entre los manifestantes se transformó en uno de euforia al anunciarse una nueva ofensiva militar contra Irak en el frente central de la guerra iniciada hace siete años.

En su discurso, Rafsanyani anunció el propósito iraní de "destruir las raíces del régimen saudí", arrebatarle el control de las ciudades santas de La Meca y Medina y recuperar las riquezas de su subsuelo, "que pertenecen al Islam". El grupo libanés proiraní Hezbolá (Partido de Dios), que convocó actos de protesta en diversos puntos del sur de Líbano, ha hecho pública su voluntad de atacar los intereses norteamericanos en todo el mundo. Uno de sus dirigentes defendió la necesidad de que los peregrinos musulmanes acudan a La Meca con las armas en la mano.

Numerosos jefes de Estado árabes se han solidarizado con el rey Fahd de Arabia Saudí, y Egipto ha pedido una reunión urgente de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI).

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