Situación de emergencia por la ola de calor en Grecia, que ha causado 900 muertos

Atenas se ha convertido durante los últimos siete días en un verdadero infierno, en un horno en el que ha fallecido, debido a las altas temperaturas y al incremento de los niveles de contaminación, la mayor parte de las más de 900 víctimas registradas hasta el momento en Grecia. Desde el viernes, los hospitales, particularmente de Atenas y El Pireo, las dos zonas del país más afectadas, no dan abasto. Están en estado de alerta permanente. Los ingresos para ser atendidos de los efectos de la ola de calor se cuentan por miles.

El Gobierno ha puesto en estado de alerta todos los centros as...

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Atenas se ha convertido durante los últimos siete días en un verdadero infierno, en un horno en el que ha fallecido, debido a las altas temperaturas y al incremento de los niveles de contaminación, la mayor parte de las más de 900 víctimas registradas hasta el momento en Grecia. Desde el viernes, los hospitales, particularmente de Atenas y El Pireo, las dos zonas del país más afectadas, no dan abasto. Están en estado de alerta permanente. Los ingresos para ser atendidos de los efectos de la ola de calor se cuentan por miles.

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El Gobierno ha puesto en estado de alerta todos los centros asistenciales, hospitales militares e incluso privados para atender a todas las víctimas, puesto que los establecimientos públicos se encuentran totalmente saturados desde el pasado jueves de pacientes que, en muchos casos, son atendidos en los pasillos. El portavoz del Gobierno, Sotiris Kostopulos, desmintió algunas informaciones que aseguraban que se había decretado el estado de emergencia en todo el país.La mayor parte de las víctimas son ancianos o personas con problemas cardiacos, pero las altas temperaturas en una ciudad como Atenas con apenas un pulmón verde (el Jardín Nacional) han provocado también un incremento :notable de los habituales índices de contaminación, el nefos ateniense, formado, fundamentalmente, por dióxido de nitrógeno, y que ha causado crisis agudas y un buen número de víctimas también entre los enfermos de dolencias respiratorias.

En numerosas zonas, sobre todo urbanas, se han registrado problemas en el suministro de agua, con cortes frecuentes, suministros que, según el Gobierno, que mantuvo una reunión especial el viernes, se ha normalizado en las últimas 24 horas, y se ha asegurado en todos los hospitales.

Aunque se dispone de pocos detalles concretos, el aumento tan brusco de las temperaturas y su continuidad durante la última semana va a tener efectos negativos en la agricultura, particularmente en los viñedos. Funcionarios del Gobierno ya han apuntado su preocupación por este hecho, teniendo en cuenta, además, que ya sufrió este sector las consecuencias de una inesperada ola de hielo y nieve a mediados del mes de marzo.

Las últimas predicciones meteorológicas ofrecen una ligera esperanza al indicar que, en las próximas 24 horas, descenderán las temperaturas que, durante el día y a la sombra, han llegado a los 48grados centígrados en el centro y norte del país y a los 45 grados en Atenas y El Pireo.

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Durante los úlimos días, en muchos comercios de la capital y otras zonas urbanas, las reservas de botellas de agua mineral se agotaron, los pocos turistas que se aventuraban por las calles lo hacían a primeras horas de la mañana y a últimas de la tarde, dejando prácticamente la ciudad a merced de los automóviles.

La Acrópolis ateniense, por ejemplo, a partir de las once de la mañana y contrariamente a lo habitual, podía observarse prácticamente desierta de turistas, alguno de los cuales buscando la sombra o el descanso en su caminar llenaban las fuentes públicas de las plazas de Omonia y Sintagma, pero sólo hasta el viernes, puesto que el sábado dejaron de servir de refrescante consuelo al sudoroso viandante, que se encontró con que de las fuentes ya no manaba el agua.

El calor ha causado otros problemas, como el jueves pasado cuando quedó interrumpida la línea, del ferrocarril metropolitano que une Atenas con el puerto de El Pireo, a consecuencia de la dilatación de los raíles. Era la primera vez que sucedía algo similar y causó no pocos trastornos a quienes se desplazaban al puerto para embarcarse rumbo a las islas donde, a pesar del calor, el verano se hace más llevadero.

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