EL TOUR

Delgado perdió la oportunidad de ganar la carrera

Stephen Roche cumplió con los pronósticos; no de forma extraordinaria, pero sí arrebató, como estaba previsto, el liderato a Pedro Delgado. Les separarán finalmente 40 segundos, lo que muestra la igualdad con que se ha disputado este Tour y lo cerca que estuvo Delgado de obtener un éxito tan importante. Cronómetro en mano, la contra reloj de ayer en Dijon, ganada por el francés Jean-François Bernard, ofreció escasa emoción. Como era lógico, los 21 segundos de reserva de Delgado se agotaron entre el kilómetro 10 y el 13. Delgado, eso sí, descontó cinco en los últimos ocho. Roche, calificado por...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Stephen Roche cumplió con los pronósticos; no de forma extraordinaria, pero sí arrebató, como estaba previsto, el liderato a Pedro Delgado. Les separarán finalmente 40 segundos, lo que muestra la igualdad con que se ha disputado este Tour y lo cerca que estuvo Delgado de obtener un éxito tan importante. Cronómetro en mano, la contra reloj de ayer en Dijon, ganada por el francés Jean-François Bernard, ofreció escasa emoción. Como era lógico, los 21 segundos de reserva de Delgado se agotaron entre el kilómetro 10 y el 13. Delgado, eso sí, descontó cinco en los últimos ocho. Roche, calificado por cierta Prensa como el irlandés de Francia, brindó, sin embargo, su triunfo a los irlandeses e hizo una honorífica mención a su compatriota Sean Kelly.

Más información

Las esperanzas de Delgado eran tan escasas que algunos españoles miraban al cielo para encontrar alguna respuesta. Tal era el caso de Pely Egaña, patrón del Orbea, que se quejaba, por quejarse, de la falta de sol. Egaña tenía una última e íntima confianza en Delgado, a quien calificaba como excepcionalmente rentable. Tanto, que la demanda de bicicletas ha aumentado durante las últimas semanas. "Esto es muy importante para el ciclismo español", decía, "y para los vendedores de bicicletas", bromeaba. A su lado, Marino Lejarreta esperaba tranquilo su turno. Se había colocado, inicialmente, dos ruedas lenticulares, señal de que estaba listo para disputar la etapa. Luego, un ligero viento le obligó a correr con sólo una. Quién le iba a decir que haría tan buena contra reloj, a él que luchaba por defender su décima posición en pugna con el veteranísimo belga Criquielion. Su esfuerzo sirvió para que las estadísticas recuerden que en el Tour de 1987 tres españoles lograron clasificarse entre los diez primeros, tantos como los franceses y uno más que los colombianos.En la primera parte

Roche ganó su liderato en la primera parte de la carrera. En el primer kilómetro la referencia oficiosa hablaba de que le había restado cinco segundos a Delgado. En el quinto, siempre oficiosamente, la desventaja de éste bajó a cuatro segundos, por lo que había más emoción. Las imágenes televisivas delataban, sin embargo, mayor facilidad en el irlandés, no necesitado de abandonar el sillín y mejor regulado en su ritmo. El español mostraba mayor esfuerzo, más movimientos en los brazos. Un buen contrarrelojista se huele a la vista. En el kilómetro ocho la diferencia era de 15 segundos y en el 10 aumentaba hasta los 19. Delgado estaba ya derrotado. Perdía dos segundos por kilómetro cuando ni siquiera podía permitirse el lujo de perder uno. Roche circulaba a una media de 42,4 kilómetros hora. Delgado, a 40,9. Al final, las medias fueron de 45,5, el irlandés, y 44,6, el español. Delgado, seguro, habrá aprendido la lección de este Tour, ya que tampoco parece tan lejos de los mejores contrarrelojistas si se dedica más a ello.

Cuando la diferencia rebasó el minuto por muy escaso margen, dio la falsa impresión de que Jean François Bernard, dominador de la prueba, podía hacer peligrar incluso la segunda posición del español. Pero eso era ya puro catastrofismo, pues les separaban 4.18 minutos y Delgado no había dado, desde luego, muestras de agotamiento. Sí las había dado de nerviosismo, pero eso fue al principio, cuando hizo una mala salida, poco menos que dando tumbos de un lado a otro de la carretera.

A pesar de que comentara lo contrario, Roche enfocó el último kilómetro consciente de que ya era el líder. No forzó extraordinariamente su ritmo quizá porque tampoco andaba sobrado de fuerzas. Roche se llevó el liderato y Bernard su segundo éxito en una contra reloj, especialidad en la que ha sido el dominador. La derrota de Delgado oscureció el éxito parcial de otros tres corre dores españoles, Lejarreta, Mikel Indurain y Federico Echave.

En el cómputo global de las cuatro etapas disputadas contra reloj, Bernard es el primero, el mejor rodador, con 4.14.51 horas. El segundo es Roche, a 2.37 minutos. El tercero, Delgado, a 5.51. El cuarto, Mottet, a 6.24. El octavo, Lejarreta, a 12.02. Parece premisa indiscutible que todo ganador del Tour ha de ser siempre un corredor destacado en la especialidad contra reloj.

Archivado En