Cartas al director

Semprún y el cacareo

La publicación el 20 de junio del artículo titulado Intelectuales de paseo y de pasillo me ha sorprendido desagradablemente. Mi sorpresa no está originada por el nombre del intelectual responsable de dicha tropelía, sino porque se realice en tan distinguida tribuna de opinión.Estoy de acuerdo con Semprún en que sobran algunos intelectuales, son los intelectuales del cacareo. No es difícil caracterizarlos: usan un tono desmedido, agresivo e insultante; con su verdad en la mano etiquetan, descalifican, excomulgan.

Arquetipo de estos intelectuales del cacareo pa...

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La publicación el 20 de junio del artículo titulado Intelectuales de paseo y de pasillo me ha sorprendido desagradablemente. Mi sorpresa no está originada por el nombre del intelectual responsable de dicha tropelía, sino porque se realice en tan distinguida tribuna de opinión.Estoy de acuerdo con Semprún en que sobran algunos intelectuales, son los intelectuales del cacareo. No es difícil caracterizarlos: usan un tono desmedido, agresivo e insultante; con su verdad en la mano etiquetan, descalifican, excomulgan.

Arquetipo de estos intelectuales del cacareo parece Semprún, quien, con su leccioncilla de "las perversiones del marxismo", vino al congreso de Valencia no se sabe si a lucir inteligencia o musculatura. Es comprensible, pues, que a este señor le molesten los trabajos sobre la intelectualidad de la II República realizados por bien documentados investigadores como Manuel Aznar Soler y Luis-Mario Schneider.- Xavier Costa.

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