Economistas privados vaticinan una nueva recesión en Estados Unidos

La economía estadounidense se encamina hacia un período de débil creacimiento económico que podría originar una recesión económica este año si se detiene la mejora experimentada en las exportaciones de productos norteamericanos, según opinión extendida entre economistas privados.Según esta interpretación, el crecimiento será muy lento en los próximos meses debido a la debilidad de sectores claves, como el de la vivienda o el de la automoción, y podría ser aún más grande salvo que los gastos en consumo experimenten un fuerte tirón. Estos factores plantean la pregunta de si la situación actual e...

La economía estadounidense se encamina hacia un período de débil creacimiento económico que podría originar una recesión económica este año si se detiene la mejora experimentada en las exportaciones de productos norteamericanos, según opinión extendida entre economistas privados.Según esta interpretación, el crecimiento será muy lento en los próximos meses debido a la debilidad de sectores claves, como el de la vivienda o el de la automoción, y podría ser aún más grande salvo que los gastos en consumo experimenten un fuerte tirón. Estos factores plantean la pregunta de si la situación actual es lo suficientemente fuerte como para evitar que la economía caiga en una nueva recesión, señala Lyle Gramley, jefe de economistas en la Mortgage Bankers Association y antiguo funcionario del consejo de la Reserva Federal.

Aunque el Departamento de Comercio hizo público esta semana que la economía creció a un ritmo del 4,8% anual en el primer trimestre del año, algunos miembros de la autoridad monetaria norteamericana -como Martha Seger- se muestran más escépticos, a tenor de algunos de los indicadores más ¡mportantes, y consideran que esos datos son "débiles". Así, las viviendas en construcción cayeron un 2,7% el pasado mes de mayo, mientras que los gastos de consumo sólo aumentaron un 0,1%

Muchos economistas predicen un crecimiento para 1987 inferior al 3% previsto por la Administración de Reagan, al tiempo que subrayan que si el dólar sigue cayendo se recrudecerá la inflación y aumentará el riesgo de recesión. Por el contrario, Beryl Sprinkel, jefe de los asesores económicos del presidente Reagan, señaló ante un nutrido grupo de analistas que siguen siendo "bastante favorables" las previsiones de que cointinúe el crecimiento económico durante 1987 y 1988.