RESULTADOS ELECTORALES

El resultado en Euskadi deteriora el Gobierno de coalición

La inestabilidad política es la principal consecuencia de las elecciones en la comunidad autónoma vasca. Las dos fuerzas que sostienen en el Parlamento de Vitoria el Gobierno de coalición perdieron el 10 de junio aproximadamente 100.000 votos respecto a los comicios autonómicos de noviembre, en los que tampoco habían obtenido resultados halagueños. Lejos de cerrarse, la crisis del Partido Nacionalista Vasco (PNV) va haciéndose más profunda, mientras Carlos Garaikoetxea ocupa espacios progresivamente amplios del mapa nacionalista y Herri Batasuna (HB) se convierte en la segunda fuerza política,...

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La inestabilidad política es la principal consecuencia de las elecciones en la comunidad autónoma vasca. Las dos fuerzas que sostienen en el Parlamento de Vitoria el Gobierno de coalición perdieron el 10 de junio aproximadamente 100.000 votos respecto a los comicios autonómicos de noviembre, en los que tampoco habían obtenido resultados halagueños. Lejos de cerrarse, la crisis del Partido Nacionalista Vasco (PNV) va haciéndose más profunda, mientras Carlos Garaikoetxea ocupa espacios progresivamente amplios del mapa nacionalista y Herri Batasuna (HB) se convierte en la segunda fuerza política, por delante del partido socialista.

Aunque la voluntad del Partido Socialista de Euskadi-PSOE y de los nacionalistas del PNV es que los resultados no afecten al Gobierno autónomo, éste ha sufrido un fuerte deterioro en sus apoyos electorales. No ha bastado para contenerlo el apresurado acuerdo de transferencia de una parte de la Seguridad Social, cerrado en plena campaña, y recibido por el electorado con desconfianza.Los dos partidos gobernantes pierden cerca de 100.000 votos, si se comparan los resultados de los comicios autonómicos de noviembre y los obtenidos anteayer para Juntas Generales (parlamentos provinciales). Aunque la participación ha sido menor y el censo se ha reducido en la comunidad autónoma en casi 35.000 personas inscritas, este fuerte retroceso contrasta con los resultados de Eusko Alkartasuna (EA) y HB, que han incrementado ligeramente (4.000 y 1.800 votos, respectivamente) su cuenta particular.

El PNV sigue siendo el primer partido, con poco más de 225.000 sufragios y cerca de 50.000 menos que en noviembre. Aunque ha sufrido dos severas derrotas en Guipúzcoa y Álava, sus candidaturas han resistido mejor en Vizcaya, cuna del nacionalismo sabiniano.

Pendientes del escrutinio

La segunda plaza pasa casi con seguridad a manos de HB, que rebasa la cota de los 200.000 votos, ligeramente por encima del PSE-PSOE. La diferencia pudiera cambiar de sentido al completarse el escrutinio de algunas mesas de Vizcaya cuyo resultado se desconocía aún ayer por la tarde en el Gobierno Civil y en la Diputación Foral.

En todo caso, HB suma unos pocos votos más, mientras que el partido socialista pierde cerca de 50.00. Parecida suerte corre Euskadiko Ezkerra. El partido de Mario Onaindía no ha conseguido trasladar a las Juntas Generales sus resultados de las autonómicas y vuelve al filo de los 100.000 sufragios, con un retroceso de algo más de 20.000. Al igual que en el caso del peneuvista, Jon Gangoiti, y a falta de un conocimiento pormenorizado de los resultados de las europeas, es probable que sean estas papeletas perdidas en Euskadi las que hayan impedido el viaje de Mario Onaindía a Estrasburgo.

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Junto a HB, el ganador de las elecciones en el País Vasco es Eusko Alkartasuna (EA). Garaikoetxea no sólo ha arrebatado al PNC un escaño en Estrasburgo, las alcaldías de Vitoria y San Sebastián y la mayoría en la Diputación de Guipúzcoa, sino el primer puesto en Álava, donde sus resultados en noviembre quedaron por debajo de lo esperado.

Además, EA ha sustituido al PNV en Navarra, donde obtiene u n parlamentario foral más de los que cosiguió el partido de Xabier Arzalluz en 1983 y dobla la representación municipal en la capital, Pamplona. También HB ha mejorado de forma sustancial sus resultados en Navarra.

Las elecciones han permitido una recuperación de la derecha conservadora, importante en términos relativos pero insuficiente para superar su papel prácticamente marginal. AP ha recogido casi 9.000 votos más que en las autonómicas, pero sólo consigue en total 65.000 papeletas en la comunidad autónoma. El CDS, sin el gancho personal de Jesús María Viana, se sitúa por detrás y pierde apoyo.

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