Tribuna:

Escasez de papel y muchas precauciones

El mes electoral empieza con una sesión de tanteo en la que papel y dinero no se han prodigado en absoluto ante el temor de verse obligados a llevar la iniciativa. Las importantes renovaciones de operaciones a crédito del viernes anterior suponen un lastre para la operatividad del mercado, ya que es un gran volumen de papel que queda pendiente en niveles superiores al actual. No es de extrañar, pues, el comportamiento de algunos compradores que evitaron acercarse a los precios en los que la oferta era evidente. Con esto se pone de manifiesto la estrechez de la banda en la que se mueven papel y...

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El mes electoral empieza con una sesión de tanteo en la que papel y dinero no se han prodigado en absoluto ante el temor de verse obligados a llevar la iniciativa. Las importantes renovaciones de operaciones a crédito del viernes anterior suponen un lastre para la operatividad del mercado, ya que es un gran volumen de papel que queda pendiente en niveles superiores al actual. No es de extrañar, pues, el comportamiento de algunos compradores que evitaron acercarse a los precios en los que la oferta era evidente. Con esto se pone de manifiesto la estrechez de la banda en la que se mueven papel y dinero y lo sencillo que resulta, por tanto, pasar del predominio de una posición a la contraria, lo que hasta ahora se ha traducido en recuperaciones y tomas de plusvalías muy rápidas.La ausencia de novedades en el mercado monetario continúa poniendo nerviosos a los inversores, cuyos deseos de una inminente baja en el precio del dinero se están viendo postergados cada día para un momento mejor. Mientras tanto, el mercado interbancario registra una pequeña subida en los tipos de interés, unida a una reducción de los volúmenes negociados, lo que parece indicar que aún se mantendrán las peticiones al Banco de España en la próxima subasta.

El único dinero aparentemente claro de la sesión se dirigió al sector eléctrico, registrando éste un avance similar al de las constructoras, gracias a que la mayoría de sus componentes se anotaron subidas casi hasta el límite.

El resto de los grupos acusó una marcada falta de orientación, que no impidió que en general los resultados fueran positivos. El pago de seis dividendos y el inicio de seis ampliaciones de capital contribuyeron a desdibujar cualquier intento de darle al mercado una dirección definida.

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